Martes 11 de noviembre de 2025

La lucha por el título del Apertura 2025 en la Liga MX Femenil ha llegado a una etapa crucial, con cuatro equipos que no solo pelean por una copa, sino por escribir un capítulo trascendental en sus respectivas historias. 

América, Tigres, Chivas y Cruz Azul tienen razones poderosas para creer que este puede ser su torneo, con proyectos deportivos consolidados, figuras de gran peso en sus planteles y aficiones que sueñan con celebrar. Cada uno tiene una motivación única que lo impulsa hacia la gloria.

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Para América Femenil, este título representaría el cierre de un ciclo que se ha caracterizado por momentos trágicos para el equipo. Aunque lleva múltiples torneos llegando a fases definitivas y disputando Finales, siendo siempre protagonista, el campeonato se le ha negado una y otra vez. Obtener su tercera estrella significa validar un proyecto resiliente que, incluso con múltiples lesiones y contratiempos, se ha mantenido vigente. 

Las de Ángel Villacampa clasificaron tras una goleada histórica sobre Rayadas, y demostraron contundencia y carácter al dejar un global de 6-1 en los Cuartos de Final, con una sólida actuación en el Ciudad de los Deportes, celebrando el pase en su casa. 

Del lado de Tigres Femenil, la misión es defender el legado del equipo más ganador de la liga. Este club ha construido una dinastía basada en jerarquía, disciplina y excelencia, sustentada en figuras de talla internacional como María Sánchez, Jennifer Hermoso y Diana Ordóñez, quien en su primer torneo se posicionó como una de las mejores atacantes mexicanas. 

Tigres presume la etiqueta de líder, eso sin considerar que también cerró como la ofensiva y defensiva más eficiente del Torneo Regular. Además, su experiencia en instancias finales volvió a aparecer en Cuartos, donde eliminó a un competitivo Juárez con temple y solvencia por la mínima diferencia. Levantar el trofeo reafirmará que sigue siendo el estándar a vencer en México.

Chivas Femenil llega con un impulso emocional poderoso, al clasificar a Semis por segundo torneo consecutivo, algo que no lograban desde el 2022. A pesar de haber tenido un arranque flojo en la campaña, el equipo demostró que sabe responder en momentos clave, donde destacan victorias de peso en sus Clásicos frente a América y Atlas. 

A su vez, cuenta con una Alicia Cervantes encendida y protagonista absoluta: cuatro goles en su serie de Cuartos frente a Toluca, reflejando así su peso ofensivo y liderazgo. Para el Rebaño, el título significa recuperar totalmente su lugar como gigante competitivo de la liga y darle a su afición otra muestra de identidad y orgullo rojiblanco, luego de poco más de tres años sin festejar. 

Por su parte, Cruz Azul Femenil vive el momento más importante de su historia. Convertido en el “caballo negro” de la Liguilla, no solo llegó por primera vez a Semifinales, sino que lo hizo eliminando con autoridad al actual campeón, Pachuca. Aunque cayó 2-1 en CU, en la Vuelta firmó una actuación épica con un 5-0 en el Estadio Hidalgo, lo cual confirma que su crecimiento futbolístico es real.

Para jugadoras como Aerial Chavarin y Alejandría Godínez, así como para el DT Diego Testas, un título sería la culminación de un proyecto que pasó de la sombra a la élite. Para la institución, marcaría el inicio de una nueva era.

Más allá de lo deportivo, cada club defiende valores que trascienden las canchas: la resiliencia azulcrema, la hegemonía felina, la identidad rojiblanca y la revolución celeste. Un título no solo cambiaría la narrativa del torneo, sino que reforzaría el impacto del futbol femenil dentro de cada institución y ante todo el país. Jugadoras se inspiran, aficiones se multiplican y la liga crece a pasos de gigante. 

Este Apertura 2025 es una batalla de proyectos que han sabido evolucionar, adaptarse y superar obstáculos. Cualquiera de los cuatro que levante el título tendrá méritos para hacerlo y una historia digna de celebrar. La grandeza está al alcance de todas, pero la gloria solo tendrá un nombre.