SÁBADO 20 ABRIL, 2024

Arrancó la pizca 

25 - marzo - 2019 

Señoritas y señoritos, tal como les advirtió el programa de mano que les entregamos en la entrada, comenzó este viernes la Quincuagésima Tercera etapa de la gira conocida como el MoleTour, que viene siendo la versión 2019 de la pizca de dólares por parte de los capos de la FMF, es decir los "pimps", los regenteadores de la señorita esa llamada la Selección Mexicana de Fútbol.

Ahora bajo el mando de Gerardo Martino, el Tri arranca una nueva etapa, un nuevo ciclo de cara a la siguiente Copa del Mundo.

Más allá del triunfo indiscutible y contundente frente a Arturo Vidal y sus 10 alegres compadres, de entrada, debemos agradecer al entrenador que, por fin, luego de tantos y años --¡alabado sea el Señor! -- tuvo la ocurrencia de decirle a Ochoa que sí se valía dar unos cuantos pasitos adelante de la línea de meta donde siempre está. 

Eso sí, en la raya es una pantera en la reacción como pocos guardametas en el mundo, pero antes le daba mucho frío salir de su área pequeña y ahora cuando sale a cortar dos o tres embates con los pies o la cabeza fuera del área grande, casi nos ponemos de pie para tributarle una ovación y pedirle al juez que le diera las orejas.

Este Tri me gustó...

Un cuadro dinámico, rapidito, eléctrico, lejos del tiki taka cansino del Tuca, del tuya-mía-te la presto de La Volpe donde la tienen que tocar todos antes de que alguien tire a puerta, sino no vale, o de la capirotada sin un estilo definido que hicieron con Osorio, ahora se vieron bastante decentes.

Por supuesto, un 10 por ciento pudo ser el aporte de Martino para decirles el qué y el cómo, pero el 90, tuvo que ver con la calidad de los futbolistas que escogió.

Unos más que otros; los menos, menos. Atrás, con excepción de algunos tartamudeos de Gallardo defendiendo, los demás: Salcedo, Moreno y Rodríguez, muy bien; sorprendente ver a Edson de contención y a Charlie Rodríguez de inicio, que hizo línea de tres en medio (adelante de Álvarez) con Pizarro y Guardado. Cuatro tipos de características diferentes, pero que pueden ser complementarias.

Si acaso solo Pizarro trae un cierto desajuste en la caja de velocidades y los cables cruzados en los controles. Diferente a Charlie que registra notas altas cuando quita o recibe, enfoca y saca limpia la pelota con una nitidez espeluznante para un chamaco que el año pasado aún ni debutaba en Primera.

Jiménez y Lozano, sin hacer un partido brillante, corrieron la milla y no eludieron la lucha cuerpo a cuerpo. Ambos marcaron con calidad de crack.

En general, la primera parte los chilenos se apropiaron de la pelota, luego la manija la tomaron los de negro y ya no la soltaron.

Me sorprendió que Martino dejara al mismo cuadro 70 minutos. Bien por él. Cuando mandas 11, luego al medio tiempo cambias medio equipo, no terminas viendo ni a unos ni a otros...

Un muy buen inicio para ilusionar a muchos. Lo curioso que nadie preguntó por nadie; a nadie se le extrañó.

Veremos pues si la escuadra mexicana y su nuevo seleccionador convencen sobre todo a la crítica.

Por ahora, bien hecho señores... 

Que venga lo que sigue.

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