Fenómeno a bajo costo

26 - marzo - 2019

Tigres y Rayados le han apostado al futbol femenil y han creado un fenómeno en una ciudad como Monterrey siempre dispuesta a capitalizar lo que está de moda.

Pero nada es casual. Los dos clubes, tan capaces de generar oferta de consumo como astutos para desarrollar un marketing deportivo a tono con las necesidades de un mercado que conocen, también han instalado la marca femenil como un producto de negocio.

Saben que este futbol, que se distancia del varonil por esa inevitable cuestión de género, pero que en su renglón no es menos importante, también puede retribuir ganancias.

Están explotando a un público cautivo que va creciendo al ritmo que aumenta el interés general de los aficionados por esta Liga, pero también le ponen mucha atención a las nuevas generaciones en ese afán de atraer nuevos simpatizantes, que por lógica consecuencia se convertirán en nuevos clientes.

Los dos equipos hoy son referentes en el país con planteles robustos, con jugadoras de buen pie y con campañas protagónicas que dejan huella.

Desde hace un par de años, Tigres y Rayadas están por encima de la media y no sólo se mantienen ahí, sino que buscan agigantar esa brecha respecto a otros clubes que sólo participan por compromiso.

Ahora bien, de igual manera, la profesionalización de esta categoría, también obliga a los clubes a pagar mejores salarios, y no utilizar el futbol de las chicas sólo como un suceso de entretenimiento a un bajo costo de producción.

En general, es obligación darle un mejor trato al futbol de mujeres. Condiciones de trabajo adecuadas -que aquí las tienen- y traslados más reconfortantes de una ciudad a otra sin pasar más de 10 horas arriba de un camión.

Si se quieren hacer bien las cosas, los equipos y con mayor razón la Liga, deberían fortalecer muchos pendientes en un momento donde la competencia está en pleno auge y antes de que las penurias de algunos clubes terminen por disolver lo que ha costado construir desde lo deportivo y superar desde lo moral.

No sería inoportuno pensar que la Liga Femenil se abriera al mercado extranjero, contratando buenas jugadoras y participando en competencias de la región para un mejor roce internacional, como desde hace 10 años lo hacen en Sudamérica con la Copa Libertadores Femenina.

Una Concachampions a nivel de clubes no es un propósito descabellado. Sólo falta que haya voluntad, seriedad, ambición, inversión y marketing, todo lo que saben hacer, precisamente, con los varones.

Twitter: @Mario_Sanchez1