Tigres: único en su tipo

04 - abirl - 2019

En menos de una semana, Tigres mostró dos caras totalmente antagónicas: fue vapuleado en el Azteca por el América (0-3) en la Liga y en cuestión de días vapuleó a Santos (3-0) en el Uni por la Conca. Y prácticamente con los mismos jugadores.

Tigres nunca se explica. Es un equipo indescifrable, cambiante según el humor, el rival y el contexto, pero lo que nunca pierde es su exposición mediática en cualquiera de las dos vertientes. Gane o pierda, siempre será noticia por sus formas.

A Santos se lo comió. Hizo un partido estridente, sobre todo en un primer tiempo donde despedazó a una defensa adversaria sumida en la reincidencia de errores.

Cuanto Tigres descubre el hueco, te fulmina, y Santos fue una grieta en todo su aparato defensivo, desde los contenciones hacia atrás. Tigres lo liquidó con pelotazos frontales al espacio cuando percató el achique recurrente e irresponsable de los laguneros, detalle que Reyes nunca corrigió, más allá de echarle el paquete de la debacle al árbitro.

Los Quiñones por afuera, Vargas por adentro y Valencia en el área, todos en sintonía -valor agregado necesario- fueron altamente decisivos. Carioca y Pizarro, sueltos como pocas veces se los deja, y Rodríguez y Dueñas en estado puro, completaron los accesorios de la obra.

Ayala y Salcedo bien complementados y Guzmán es una noche donde le salió todo, le dieron forma a un Tigres que se revalorizó desde la convicción, el oportunismo y ese GEN competitivo que tiene cuando las condiciones climáticas de un partido le otorgan ventajas territoriales y futbolísticas.

Lo de Tigres ante América y Santos no fue casual. Tiene un equipo armado y aceitado que puede gestionar juegos de gran altura, pero también suele aburrirse de ser Tigres y se acuesta sobre el campo ofreciendo desarrollos vacíos con alguna u otra respuesta individual que le ayuda a ganar partidos que ni siquiera amenaza con ganarlos.

Estas facetas hacen de Tigres un equipo intratable. Nunca sabes cómo va a responder a la exigencia. Lo que sí se sabe es que cuando dispone de un escenario a modo, lo más probable es que te vacune ante la más mínima señal de vulnerabilidad adversaria. Y en este sentido es un equipo único en su tipo.