Presión sigue adentro

Miércoles 08 de mayo de 2019

"Si fuera (Diego) Maradona habría contestado: 'La tienes adentro'", tiró al aire Diego Alonso, técnico de Rayados, al final de la rueda de prensa cuando abandonaba la sala después de ganar el título de Concacaf el pasado 1 de mayo.

La reacción del uruguayo fue directamente hacia un reportero, quién minutos antes le había preguntado sobre si sentía que su continuidad estaba en duda si no le llegaba a ganar a Tigres.

El desenlace pudo o no venir al caso en un momento de celebración, pero esa desafiante conclusión salió sobrando.

Alonso ha logrado con Rayados un título histórico que, por su particularidad y el rival, cobra una dimensión enorme. Este tatuaje será imborrable para el club, pero lo que menos se espera de un profesional es que lo sea en la vida y en la cancha.

Descargar su furia contenida en pleno festejo -como también lo fue ese alocado gesto de festividad que le restregó a los aficionados- habla de todo, menos de sus cualidades de entrenador.

Porque excepto los dos juegos ante Tigres que se cocinan aparte por contexto y ofrecen otras referencias, Rayados no se identifica del todo con Alonso. Mucha gente, que felicitó al equipo por el campeonato de la Concacaf, aún conserva ciertas dudas sobre el estilo de juego.

A menos que dicha conquista haya cambiado la opinión de todo mundo sobre un técnico largamente cuestionado, los hinchas más meticulosos para descifrar estas cuestiones futbolísticas siguen esperando un Rayados que tenga una idea más convincente.

Con título en mano, supondría que todo ha cambiado, pero será ahora en la Liguilla donde se verá si lo de Rayados fue un oasis o si de verdad está en condiciones de superarse aún más para encontrar la estabilidad deseada.

¿Esto implica que la presión ya es menor? El nivel de presión nunca desaparece en equipos que se consideran importantes porque se forman para competir hacia objetivos cada vez más complejos y Rayados aún tiene una deuda grande en la Liga.

En todo caso lo que se ha liberado con el título de la Concacaf es el coraje de tantas otras frustraciones y según la conducta del personaje ha sido el nivel de drenaje.

El de Alonso, por ejemplo, con ese "la tienes adentro", fue bastante explícito. Aunque habrá que advertirle al técnico que la presión, más allá de su desahogo, también seguirá adentro en esta Liguilla.