Tigres y los prejuicios

Martes 28 de mayo de 2019

Nadie va a un estadio a ver cómo juega la defensa de un equipo. Sin embargo, sin tener ese reflector popular, las defensas, en su colectivo, son una parte importante del sistema. Para Tigres, es un todo.

Tigres volvió a ser campeón a su estilo. Gusten o no las formas, hay que rendirse ante la evidencia: si jugando así, sin asumir riesgos y a no perder ya le dio cinco títulos, algún mérito tiene que tener el modelo.

A Tigres se lo debe analizar sin prejuicios. Si queremos convencernos que con la calidad individual que posee el equipo de Ferretti de mitad hacia adelante debería jugar mejor, probablemente sigan pasando los torneos sin que nos den ese gusto.

Por lo tanto, invariablemente hay que descubrir qué hace Tigres para mantenerse en ese escenario altamente rentable en Finales y logros donde, para muchos, no legitima con juego y futbol lo que alcanza.

Desde el 2010 a la fecha, Ferretti se ha encargado de conseguir la excelencia defensiva, una cuestión que siempre será más accesible de lograr que atacar mejor.

Para armar un equipo ofensivo es mucho más complejo. La trama de ataque no sólo se resuelve con buenos jugadores, sino también con ideas combinativas y variantes. Tigres tiene lo primero, pero no lo segundo.

No por nada Tigres se ha mantenido tanto tiempo con los mismos intérpretes defensivos: Jiménez, Ayala, Juninho, Torres Nilo y después se le han sumado Chacka Rodríguez, Salcedo y Meza. Cuando alguien de estos juega mal, el equipo se ve mal.

Entonces es muy sencillo entender a este Tigres multicampeón con Ferretti: la prioridad es solidificar la última línea, sumarle dos contenciones del mismo corte que los de atrás, proteger la pelota, apostar al desequilibrio por fuera y contar con un gran goleador como Gignac. Aquí se entiende por qué siempre será más importante Dueñas que Zelarayán, si vale este ejemplo al azar.

Además, el resultado de este estilo se mide en producción, no en juego. Futbolísticamente no ofrece un despliegue que detone el “Tigres juega bien”. No le interesan los elogios. Lo suyo es más subterráneo y menos visible. Si defiende bien, después lo que consigan los delanteros es ganancia pura.

Es por eso que Tigres se siente cómodo jugando al límite. Es el único equipo del futbol mexicano que casi nunca pone en riesgo el 1-0, un mérito que nadie lo analiza como tal. Como el futbol es de goles y este equipo no siempre te los da, asoma la subjetividad de la sentencia: “juega mal”.

Pero, ¿Tigres juega mal? Juega feo para la tribuna, pero muy bien para sus necesidades y objetivos. El problema es que quien lo desmenuza quiere que juegue mejor, un gusto estrictamente personal y, por lo mismo, desde aquí parte el análisis.

Tigres impone desde atrás y si el rival lo deja, se fortalece. En ese paisaje, todo gol que consiga será custodiado con el mínimo riesgo de perderlo. Casi siempre juega así. Casi siempre gana y llega hasta la Final. Y, regularmente, consigue los títulos.

Twitter: @Mario_Sanchez1