VIERNES 19 ABRIL, 2024

Los Rodríguez 

Lunes 01 de julio de 2019

Llegando, llegando, al profesor Osorio lo hicieron pedazos.

Las rotaciones, el "manoseo" de jugadores no les gustaron a muchos. Los especialistas que se consideran expertos en el futbol por el hecho de alguna vez haber jugado --o no-- lo lapidaron siempre, pese a sus resultados. Clasificó caminando al Tri, y luego ya en el Mundial llegó a donde la capacidad del equipo Tricolor le alcanzó.

Recordemos que Osorio es colombiano y llegando, los periodistas se burlaron hasta de que tomara notas con una pluma azul y una roja.

Hoy, la óptica para ver el trabajo del profe Gerardo Martino es diferente. Obvio, es argentino y por descarte, los especialistas piensan que el conocimiento de uno es superior al otro.

Quita tal vez a Edson, al Antuna de los últimos cuatro juegos, y a Jiménez y todos los demás han sido cambiados en el tiempo que lleva Tata al frente. Entre los amistosos y Copa Oro, el resto de los futbolistas han sido las pelotas del malabarista.

Y fue justo ante los ticos, el primer juego en serio-en serio que ha tenido Martino como DT del combinado mexicano, en donde se vieron forzados, exigidos a tope para sacar el resultado.

De todos los demás amistosos y la primera fase de la Copa Oro fue de broma; ante Costa Rica sufrieron.

Al final muchos elogios porque fue "un partido bravo" --según el adjetivo de moda que quiere decir complicado, difícil--, y muy bien jugado por los aztecas, dicen.

Por supuesto. El resultado manda; pese a jugar como jugaron, que en lo personal me pareció apenas aceptable, Ochoa fue quien se llevó la noche, más allá de la estupidez de marcar un penal fuera del área, es de risa no que haya sucedido, (el nivel de Concacaf no da para más) sino que se quejen del nivel del arbitraje. Es como ir a ver una función de lucha libre y quejarse porque los "luchadores" no se pegan de verdad y fingen que les duele... es estúpido e inútil lamentarse. Si ya sabes cómo es el nivel arbitral y que la lucha libre es una farsa, ¿por qué te quejas? 

Si los ticos no fallan y Ochoa no acierta, sería una tragedia nacional haber quedado eliminados y ya estuviesen quemando en leña verde al Tata en el Zócalo.

Mientras tanto, sigamos con la función del circo llamado Copa Oro.

Lo rescatable de ese torneo, ver a un jugador como Carlos Rodríguez con unos pocos minutos mostrar su clase; sabe dónde pararse, pedirla, hacer jugar a los demás y moverse al lugar preciso para hacer daño ante el arco. Es un volante central mixto, multitask que hace funciones de un contención que juega de 6, bloqueando, metiendo pata, quitando, cediendo; hace de un 8, que sirve de enlace con la línea siguiente; o de 10 para diseñar la penúltima jugada y si se descuidan llegará a rematar detrás del centro delantero. 

En tan poco tiempo estuvo en la cancha mostró lo que otros muchachos más experimentados como Montes, Orbelín o Jonathan Dos Santos no han logrado. 

No es de los que la toque al frente y se quede de espectador a ver qué hacen sus compañeros; participa, va e intenta siempre, si tiene posibilidad, seguir participando hasta terminar la jugada.

El otro nicolaíta, Rodríguez, estamos hablando de Luis, sigue sin detonar, pese a las condiciones físico-técnicas que posee.

Trae un chip desactivado. Es muy raro que en sus equipos no les exijan que trabajen sobre esas condiciones para corregir detalles y pulir habilidades.

Ojalá no se quede en algo que pudo ser y se pierda en el camino. 

Luis sigue siendo aquel chavo de Jaguares que prometía... y de eso, ya pasaron algunos años. 

Esperamos verlo...

Twitter: @rmarquez581

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