VIERNES 19 ABRIL, 2024

El discurso de Alonso

Lunes 22 de julio de 2019

"Somos candidatos", insistió el técnico Diego Alonso después de la paliza en el debut frente al América en el Azteca. Está bien que le tenga fe a Rayados con miras al futuro, más allá del riesgo de terminar siendo rehén del discurso.

Si se tiene en cuenta que en una Liga MX donde el 70% de los equipos pertenece a la clase media del futbol, Rayados puede considerarse superior, en el entendido que posee un plantel amplio, costoso y, en el papel, competitivo.

El problema es que el futbol no es de teorías. Hablar de lo que uno supone que este equipo podría dar más adelante no deja de ser una subjetividad. Sobre todo si las referencias actuales no te garantizan ni siquiera una evolución para el próximo partido.

Rayados perdió feo en la fecha 1 y, pese a la amplitud del resultado adverso, Alonso considera que su equipo jugó bien, excepto algunos "detalles" que se deben corregir.

Si jugar bien es sólo correr como el rival, exigirse, contar cuántas veces atacó Rayados y poner huevo, la mirada está un tanto miope.

Si te meten cuatro goles por lagunas tácticas -y no por casualidades- no hay mucho para celebrar. En todo caso, el contexto general de cómo se perdió derriba cualquier concepto halagüeño.

Lo peor que le puede pasar a un entrenador es subrayar lo que se hizo bien y subestimar los fracasos que hubo en un partido. Rayados defendió pésimo, por aire y por tierra, y no hay que olvidarse que la defensa también forma parte del equipo.

Quizás una sincera autocrítica podría ayudarle más a Alonso que enviar mensajes de corte motivacional.

Los sucesivos técnicos que ha tenido Rayados desde Vucetich a la fecha han caído en ese error de hablar lindo, con palabras esperanzadoras, pero frente a realidades que reclamaban más atención, como ahora. Y ya todos saben cómo les fue.

Porque también si Alonso cree que un refuerzo europeo que venga le va a solucionar todos los problemas a Rayados, es otra lectura desenfocada.

Y peor aún, consolarse porque el rival del sábado fue América y no otro equipo facilón, también es un análisis fuera de órbita que ni alcanza para maquillar un debut que dista mucho de ser alentador para un equipo "candidato". De hecho, es más preocupante.

Rayados no jugó un "partidazo". Los seis goles que hubo generaron esa mala interpretación. Una cosa es que haya sido emotivo y movido para el espectáculo y otra, totalmente diferente es que se haya jugado bien.

Cualquier equipo que recibe cuatro goles dispara señales negativas y sólo quien no lo quiera ver así puede ocultar las deficiencias por conveniencia.

 

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