Jueves 25 de julio de 2019
Luego de lo que sucedió en el partido de arranque frente a las Águilas, algo pudo haber observado el entrenador del Monterrey que decidió hacer unos ajustes para el duelo ante el Atlético de Madrid que juega en San Luis Potosí.
La escuadra filial --cualquier cosa que esto signifique-- del club colchonero podrá ser diferente de lo que en otros tiempos tuvieron en esa ciudad con equipos como el San Luis y el Atlético Potosino, pero sigue siendo un cuadro modesto, si lo comparas con los clubes riquillos del barrio y del cual, los de casa, forman parte.
Estoy hablando de los años 70, equipos que dirigieron Carlos Miloc, uno, y Lucho Grill, el otro; el del pasado reciente, que era a donde mandaba el América lo que no le servía, igual era una broma.
Pero le decía que seguramente Diego Alonso espera tener mejores resultados con los retoques cosméticos que intenta para el partido ante los tuneros e irían de arranque Celso Ortiz, Maxi Meza y Pizarro, que regresa, al igual que Gallardo, y van de inicio. Lo demás va igual y bueno, se espera que, con esas tres tuercas bien ajustadas, ya no cascabelee la máquina.
Acerca de lo que dijo Alonso de que el cuadro albiazul es candidato para estar arriba, por supuesto que tiene razón. No podría ser de otra manera. Tiene plantel para jugar y lucir mucho más.
La raza está esperando con ansias que detone el potencial de Meza, que se sienta más cómodo en la cancha, más motivado y muestre lo que trae en el morral, que, si se asocia bien con otros como Gallardo, Urreta y por supuesto Pizarro, tienen para quemar la Liga y comérsela a bocados grandes.
Del muchacho éste, Janssen, habrá que verlo.
Recuerdo cuando ficharon a Funes, sacamos sus números y no eran para impresionar a nadie y pensamos que sería un sope. Ya acá, de a poco, se consolidó como uno de los mejores artilleros de la Liga; estoy hablando por su forma de jugar, cubrir el balón, enderezar pelotas cuadradas y romper la red con goles algunos francamente sensacionales... aunque la raza rayada le habría gustado verlo haciéndolos a la hora buena, a la hora que se necesitaban para conquistar una Liga local. Las otras copas y recopas visten y te dan estrellitas, pero la que cuenta, la importante, no llega desde hace muchas lunas.
Entonces, Janssen tal vez podría convertirse en un acierto si consigue adaptarse, algo que no es fácil. Allá dejan jugar y cuando ya tienes la pelota tienes que hacer magia para quitártelos de encima y anotar. Acá ni lo van a dejar que la agarre.
Pa’l baile vamos...
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Los felinos ya se despacharon al Real Salt Lake en ese torneíto rascuache que se llama Leagues Cup y que no sé, --y tampoco me importa, la verdad-- por qué lo estén jugando Xolos y Cruz Azul, pero ahí andan.
Ahora Tigres y su gato de la suerte van contra América, que dejó fuera al Dynamo.
No solo Dynamo quedó fuera, también varios soldados de Ferretti.
Por diversas causas, pero primero fueron Pacho Meza, luego Julián Quiñones, luego Lucas, luego Eduardo Tercero, y ahora Dueñas.
Es obvio ---¿o no?--- que la sobrecarga de trabajo puede arrojar este tipo de resultados. Jugar Liga, Copa Concachafa, luego descansar; luego la pretemporada intensa, luego los amistosos moleros, el arranque de la Liga y este torneo chafo donde están ahora deben cobrar la factura.
Los directivos lo saben, es un riesgo contemplado, por supuesto. Ni modo que no lo sepan.
Pero seguramente debe ser irresistible el billete que les pagan por ir cada semana a estafar incautos... que diga, a jugar a Texas, Chicago o California contra quien se atraviese y a la menor provocación.
Sería bueno que a sus muchachos les frotaran esa fatiga muscular con unos billetillos de 100 dólares para calmar el dolor...
La buena noticia es que los Tigres van contra Chivas o lo que queda de ellas, un equipo que ha venido usando la camiseta para limpiarle los tachones a los de River, Boca, la Fiore italiana, el Benfica de Portugal y luego ir a ser goleado ante Santos en la fecha 1 de esta campaña.
El negocio es sacar dinero, ganar dólares.
¡¡¡El futbol qué... el prestigio qué...!!!
Veremos a qué hora comienza la raza tapatía a reventar a su equipo y de pasada a su entrenador.
Huele a sangre...