Queremos verlo

Martes 30 de julio de 2019

Los que saben de este negocio del futbol aseguran que "jugar muy bien no te garantiza siempre el triunfo... pero te acerca a la posibilidad de lograrlo".

Y probablemente esto le pasó a algunos equipos en esta jornada, que tuvieron un buen desempeño y las circunstancias propias del juego les impidieron salir con la victoria.

Pero no puedes culpar a éstas de la derrota, es decir, si dejaste de hacer cosas o algunas no las hiciste muy bien, tienes que pasar a la caja a pagar.

La imprudencia de un jugador que provoca su expulsión y deja incompleto a su equipo "ayuda" a que al final el resultado no te acompañe.

Si a esos le agregas que tus atacantes no andan certeros a la hora de tirar a puerta y el guardameta rival te hace una o dos atajadas que iban a gol, terminas por caer frente a un equipo como Chivas.

De hecho, los "especialistas" se enfocaron mucho más en el sainete que armaron Tomás Boy y Gignac. Un asunto totalmente prescindible, de comadres, que ayudaron a matizar la indiscutible derrota felina y desviar los reflectores sobre lo esencial: la ineficiencia en ese partido de un equipo carísimo que no se puede permitir esas licencias.

Igual, el numerito del entrenador de Chivas y el jugador de Tigres ayudó a desviar la atención de un fallo garrafal del silbante que reanuda con tiro de esquina, cuando debió cobrar libre directo en el lugar que Salcedo agrede a Michael Pérez en la jugada de roja. 

Y pese al VAR, los señores del silbato siguen cometiendo errores. Marcar un penal contra el León y en favor de América, luego "corregir" y quitarle el penal a las Águilas es incomprensible. No sabemos qué estén viendo los señores del VAR, si es evidente el contacto del pie del defensor con el del atacante americanista.

Y bueno...

En cuanto al duelo del Monterrey ante Atlético de San Luis, no podemos decir que perdieron a pesar de jugar bien. Perdieron y punto. 

Al igual que en Tigres, su afición espera un mejor desempeño y mejores resultados.

En el caso de Rayados parece evidente que existe una responsabilidad de parte del entrenador, como de los jugadores, sin embargo, también es una verdad de a kilo que la forma de juego, el trabajo del entrenador se vería si existiera.

Con Diego Alonso en muchos partidos fueron las individualidades las que sacaron el resultado, y maquillaron las deficiencias del funcionamiento colectivo.

"¿De qué juega Maxi Meza?"

De pronto, los entrenadores sienten que deben probar que saben más que el sentido común. Un director técnico inteligente lo primero que debería saber es "de qué juega" el elemento que contrata; luego, tendría que preguntarle dónde se siente más cómodo. Si esa posición la tiene ocupada... ¿para que lo traen?

Hay jugadores que pueden adaptarse a ciertos estilos y formas de juego, pero no todos. Su naturaleza es otra.

Si tienes un jugador como Meza, no lo puedes poner a hacer trabajos de albañilería si tiene estudios y visión ingenieril.

Por supuesto que el señor Alonso sabe de futbol... sólo estamos esperando a verlo. 

El asunto no tiene vuelta de hoja. Si te cumplen todos los caprichos y te traen jugadores buenos y caros, lo mínimo que podemos esperar es ver que ese equipo juegue bien, siempre. No de vez en cuando.

Si esto no está sucediendo alguien tiene que responder por ello.  

Así de sencillo.

Así de fácil.