Lunes 30 de septiembre de 2019
Fin de semana de Clásicos. Me enfocaré en el que yo cubrí: el Clásico Nacional.
Se habla mucho sobre si este juego ha perdido efervescencia o interés por el hecho de que América, en los últimos tiempos, ha superado por mucho a las Chivas que se encuentran en una profunda crisis y ya son predecibles las victorias de las Águilas, es decir: se ha perdido tal rivalidad deportiva.
Soy de la idea de preservar las tradiciones y no inventar nuevos Clásicos -ahora que está muy de moda- y en ese sentido El Rebaño le ha faltado a su historia y su afición por los magros números de su actualidad: ONCE puntos a la fecha 12 y en penúltimo lugar del cociente. Bendito Veracruz.
Al Guadalajara le pasó de todo en la semana, se fue Tomas Boy y el mismo día ya estaba Luis Fernando Tena dirigiendo su primer entrenamiento, el chip cambió, pero el resultado fue desastroso en el partido contra el América, entonces, de momento, el problema no era el técnico.
El problema de Chivas va más allá de quién lo dirija. Es evidente la falta de calidad en el plantel. La dura entrada de Antonio Briseño sobre Gio Dos Santos con tachones por delante sobre el cuádriceps, si bien no fue malintencionada, sí habla de falta de técnica y fuerza desmedida.
Chivas recibió siete goles en el lapso de una semana, y esas desatenciones defensivas no fueron culpa de Boy ni de Tena. Guadalajara es la cuarta peor defensiva después de Veracruz, Puebla y Xolos. Falta de calidad.
La otra situación para considerar es el proyecto deportivo. Sin bien Mariano Varela es un gran gestionador, un hombre de dialogo, quizás ha faltado una figura de más peso (anteriormente era José Luis Higuera) que pueda suplir las constantes ausencias de Amaury Vergara, joven de 31 años quien se quedó al mando de las empresas de su padre.
Alguien que ponga una mano dura en todas las áreas del club, que tome decisiones deportivas importantes, que exija refuerzos de adeveras para Chivas y sepa negociarlos, que logre proyectos con técnicos a largo plazo, que tenga ojos en todas partes y que ponga el pecho en las balas en los momentos complicados.
Desde Matias Almeyda no hay un plantel a la altura del Guadalajara ni un proyecto duradero. Urge sanar las heridas que dejó el Pelado y emular un proyecto similar con plantel competitivo, es lo que le regresará al equipo al lugar que le corresponde y, entonces, volverá a ser el rival temido no el flan de todos.
Twitter: @_NataliaLeon_