Martes 15 de octubre de 2019
¿Cómo jugará el Rayados de Mohamed en este miniciclo que encierra lo que queda de la Liga y el Mundial de Clubes? Seguramente el equipo será más ofensivo, más vertical y, posiblemente, más goleador.
Al menos, esa es la referencia inmediata teniendo en cuenta el paladar futbolístico de Mohamed, quien intentará reacomodar el desorden que le dejó Alonso y, donde se supone, lo hará con una idea más clara de lo que quiere.
Además, Mohamed tendrá más herramientas de ejecución respecto a las que tenía cuando se fue. Probablemente haga jugar en su lugar a Maxi Meza, un volante que con Alonso fracasó en su intento por influir en el funcionamiento del equipo.
Mohamed conoce muy bien a Meza. De hecho, el técnico fue quien lo pidió en su momento, pero los directivos lo fueron a buscar cuando ya estaba Alonso. Ahora, será responsabilidad de Mohamed -y del propio Meza- que este activo se revalorice al nivel por el cual lo trajeron.
Está claro que Meza tendrá una oportunidad más para demostrar que vale lo que pagaron por él y Mohamed ya planea incluirlo el domingo ante Chivas en ese formato de 4-1-3-2 que aspira con este Rayados.
También no es menor otro detalle: saber si considerará a Stefan Medina como lateral o central, o de plano, lo sacrificará.
Hay que recordar que si Medina se fue a Pachuca hace un tiempo fue gracias a que no era un preferido de Mohamed, en esa decisión de descontinuar al grupo de colombianos donde también venía incluido Cardona.
Ahora bien, si en algo se destacan los equipos de Mohamed es en su ofensiva, pero también en cómo defiende que, en líneas generales, es un punto flaco que nunca ha corregido en su primera etapa.
El pelotazo como conducto, el contragolpe como gen de ataque, la agresividad, la profundidad y el gol destacan en el manual de estilo del modelo Mohamed. Nada de arriesgar, nada de salir jugando. Sus equipos no avanzan por escalones ni procesan jugadas: directamente atacan.
De todos modos, Mohamed ha prometido mucho en este regreso. Es su estilo motivar desde el verbo, pero no se sabe si convencerá al grupo en tan poco tiempo.
Incluso, ni reforzando ese eterno compromiso que dice tener por el club, ya no le es suficiente a Mohamed para sentirse ganador. El técnico tendrá que dejar de lado las promesas y los discursos y vender certezas cuando ya estén los hechos.
Twitter: @Mario_Sanchez1