MARTES 23 ABRIL, 2024

A Rayados le falta algo

Lunes 18 de noviembre de 2019

A menos de un mes de su debut en el Mundial de Clubes, el interrogante sobre cómo llegará Rayados anímica y futbolísticamente a la justa aún no se ha disipado.

Por lo pronto, con Mohamed todavía no ha perdido en la Liga y eso es una señal positiva. Con un poco de efectividad y una pizca de fortuna, ha recuperado muchos puntos y posiciones. Está en zona de Liguilla y con la amenaza de quedarse.

Pero, también hay ciertos asteriscos. Por ejemplo, no ha ganado de local en los dos últimos partidos, donde independientemente del rival, ha dejado una sensación de desconfianza para una masa de aficionados que quiere ver en vivo y en directo  esa mejor expresión colectiva del equipo. Por ahora, no pudo demostrar mucho.

Y es más, será de local cuando este fin de semana se juegue la clasificación ante Atlas, lo que en alguna medida, aumenta ese grado de escepticismo. Esto habla de que Rayados suma -quizás el objetivo más importante-, pero no convence.

Ahora bien, ¿qué es convencer? Es muy difícil dentro de la subjetividad con la que se analiza el futbol coincidir sobre las particularidades de un equipo, pero es imposible abstraerse a realidades que son visibles. Entender sobre si un equipo juega o no juega bien es mucho más sencillo.

Convencer, en todo caso, va de la mano con las garantías que puede ofrecer Rayados para asegurar partidos a su favor con un juego acorde a una estabilidad futbolística que no corra altísimos riesgos de ejecución. Es en este punto, quizás, donde salen a relucir las dudas atendiendo a un comportamiento ciclotímico y poco uniforme del equipo.

Es decir, Rayados ha ganado más por efectividad ante circunstancias que por futbol. Su verticalidad y el aprovechamiento de jugadas a balón parado le han ayudado a capitalizar goles, pero se ha comprometido sobremanera defendiendo en bloque en su propia área, si se analiza desde las dos vertientes que ofrecen las transiciones.

Este mapa inestable obliga a sujetar con pinzas el alcance de este Rayados versión Mohamed que, para asegurar un resultado, necesita hacer muchos más goles de los necesarios para evitar jugar al límite del derrumbe.

Ante este diagnóstico, entrar a la Liguilla no será necesariamente un signo de progreso, más allá de lo que representaría la enorme gesta.

Apenas, de lo que suceda desde este sábado hacia adelante, será una referencia clara para muchos de cómo llegará al Mundial de Clubes: si el equipo es capaz de absorber presiones y jugar con equilibrio o mantenerse en un estado huérfano de consistencia. A Rayados, en realidad, le falta confirmar algo: nivel sin titubeos.

    

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