VIERNES 19 ABRIL, 2024

Caso Guzmán, más político que deportivo

Martes 14 de enero de 2020

Una pena el caso de doping de Víctor Guzmán en donde todos pierden: Pachuca porque se echa para atrás la compra de Chivas, Guadalajara porque se pierde de un extraordinario jugador que llegaba como refuerzo en esta campaña, el mismo jugador por quedar inhabilitado por tiempo indefinido y, de paso, la Liga MX y el país, por el tiempo que tardó en llegar el resultado.

El Pocho Guzmán se sometió a este control antidopaje el 10 de agosto del año pasado en la Jornada 4 del Apertura 2019: cinco meses pasaron desde el examen hasta la revelación del resultado que resultó adverso.

El presidente de la Liga, Enrique Bonilla explicó que esto se debe a que en julio pasado Conade cerró su laboratorio antidopaje certificado por WADA, en donde su principal cliente era la Femexfut y el examen tuvo que enviarse y analizarse fuera de México.

31 de julio de 2019 fue el último día que operó este laboratorio y cerró presuntamente por órdenes de la actual gestión presidencial derivadas de un recorte presupuestal. En ese laboratorio había 800 muestras almacenadas que tuvieron que enviarse a otros laboratorios, en este caso la Liga Mexicana obtiene los servicios del laboratorio de Cuba donde se analizaron las muestras de Víctor Guzmán.

Todo este enredo burocrático-político enmarca un caso que pudo resolverse de manera inmediata. Chivas contrató a un jugador aparentemente limpio y Pachuca nunca se enteró de que vendía a un jugador con un resultado analítico adverso que, además jugó 15 jornadas en esta situación y marcó cinco goles.

Al final, el Guadalajara desistió del fichaje y Pachuca volverá a ser el propietario de este jugador que quedará inhabilitado en tanto no se defina el tiempo de su suspensión, debido a que Guzmán pidió que se abriera la "prueba B", misma que no tiene fecha de apertura, y ésta confirmaría el positivo en el doping o un resultado distinto, que es a lo que apela el jugador.

Según una investigación hecha por Grupo Reforma, la Conade reveló que entre julio del 2013 y marzo del 2019 se detectaron 89 casos de dopaje dentro del futbol mexicano.

Del total de estos analíticos adversos, 87 fueron por clembuterol y dos más por dexametasona (2014) y betametasona (2018). Ante dicha información obtenida vía transparencia, el presidente de la Liga Enrique Bonilla argumentó en su momento que ningún jugador tuvo dos exámenes positivos por la misma sustancia y todo se trata de negligencia médica.

El caso de Víctor Guzmán tardará en llegar a una conclusión, mientras tanto, nos estamos perdiendo de uno de los mejores jugadores aztecas de la Liga. Welcome to Mexico.

Twitter: @_NataliaLeon_

Histórico