MIÉRCOLES 24 ABRIL, 2024

¡Ah, bárVARos...!

Martes 21 de enero de 2020

Un campeón Monterrey, todavía algo tieso con apenas una semana de trabajo, volvió a escena y no lo hizo nada mal. Dejando por un lado el resultado, el funcionamiento que mostró fue discretón, pero bueno a secas. Encaró a un Monarcas muy bien ordenado que perdió por un error defensivo en la primera fecha ante Toluca y ahora apenas empató gracias al silbante... porque de haber hecho bien su trabajo el colegiado, gana.

Rayados sin Gallardo, sin Montes, ni Janssen, pero con Edson, Medina, Sánchez y Vangioni atrás; Celso, Charlie, Pizarro y Meza; y con Pabón y Funes al frente, arrancó su torneo. El debut de Ake Loba llevándose una tan temprana como inmerecida ovación a cambio de nada todavía. Así de generosa es la afición rayada, que registró un lleno superior a los 44,000 aficionados para ver a los monarcas de la Liga contra los Monarcas de Michoacán.

Todo el plantel muy parejito en su accionar; todos funcionando al 65, 70 por ciento de lo puede dar en su pico más alto, como hicieron hace unas semanas cuando el ambiente tenía aún aromas a champurrado, tamales, buñuelos, y ponche con guayaba, manzana y canela. 

Como en la Final ante las Águilas en que un vistazo al VAR determinó que aquel agarrón en el área no era suficiente para marcar un penal y al final sucedió lo que ya es historia... ante el Morelia otro vistazo al VAR determinó lo contrario: que un choque de Charly Rodríguez con un defensor de Monarcas era falta y esto anuló un tanto que pudo darle el triunfo al equipo visitante.

Tal falta no existió. Hay silbantes que por muy avezados que sean, con gafete internacional o sin él, no distinguen cuando un jugador "se comete él solo" las faltas, como en el caso de Charly, que llega, choca contra el pie plantado en el pasto del zaguero visitante, cae y se tira una machincuepa como impulsado por un resorte. Esta acción, de una falta que jamás existió, derivó en anular un tanto legalmente conseguido por el cuadro tarasco.

Por otro lado, las acciones que determinaron que hubo una falta y una mano para señalar dos penaltis en favor de Rayados fueron muy bien observadas y juzgadas por Édgar Ulises Rangel Araujo --heredero de aquel árbitro de los 90, Édgar Ulises Rangel Pérez (QEPD)--  y mejor ejecutadas por Sánchez.

De los Tigres, ¿qué le digo de nuevo?

Igual que Rayados en lo parejito. Jugando sin prisas; caminando la cancha, trotando y sólo corriendo para perseguir a los rivales o cuando fuese estrictamente necesario.

Con un cuadro estelar, con mucho oficio de marca aplicada que dificulta el juego rival y con pocas ideas de cómo hacer daño al frente; con pistoleros ansiosos como Vargas, Enner y López, pero sin municiones para tirar metralla.

Por ahí Aquino lanzó tres o cuatro esbozos, para que los mencionados amagaran el arco de Ochoa, sin mucho éxito. América con un uniforme horrible, con nueve mexicanos en la formación inicial y un estadio semivacío, también se vio funcionando a velocidad moderada, pero con un relampagueante Henry Martin que si no las tiene se las fabrica solo y una que tuvo le bastó para liquidar el juego.

Tanto para Rayados como para Tigres, lo mejor está por venir. 

Ya llegarán mejores tardes...

Twitter: @rmarquez581

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