Él también falla

Jueves 05 de marzo de 2020

Mohamed sigue cargando culpas por la mala campaña de Rayados. De hecho, es el primer responsable de la debacle y ya se ha quedado sin justificativos para tratar de atenuar, al menos mediáticamente, los cuestionamientos hacia un equipo que se volvió “equis”.

Rayados hoy está más cerca de la eliminación de la Copa MX, un torneo al que Mohamed siente de relleno, pero que le sirve -y le ha servido- como contrapeso para apagar incendios provocados por fracasos en la Liga.

Sin embargo, más allá de la retórica optimista que pueda aparecer en estos tiempos de crisis -si es que la hay-, lo que se ve no se discute: Rayados está en su peor momento deportivo en años y su situación retumba mucho más porque viene de un título que, cada vez más, se despinta por la malaria actual.

Mohamed apunta al bajo nivel y a la falta de puntería de sus jugadores de “jerarquía”. Si se le mira al revés, igual puede que la valoración sea distinta. ¿No será que éste es el nivel que traía esa “jerarquía” y que en diciembre pasado hubo un pico de inspiración colectiva que resultó productiva?

Más se ahoga Rayados en su penosa realidad, más preguntas surgen sobre lo conseguido hace un par de meses atrás. No se entiende semejante bajón como tampoco se ve hasta dónde se pueda aguantar un proyecto que hoy es la burla nacional.

Días atrás, Barovero dijo que era una cuestión mental. Otros que era mala suerte. Todos confían en que este equipo “tiene que dar”. Sin embargo, nadie habla de crisis, nadie lo asume desde esa postura y, con diagnóstico fallido, la cura nunca llegará.

Porque si vamos al caso, Mohamed debería replantearse sobre lo que él está haciendo para reconstruir lo destruido. Mucho no parece que haga. Quizás sus malas decisiones también sean cómplices del hundimiento.

No se explica si lo único que le queda a Rayados es la Copa MX, por qué Mohamed guarda jugadores. ¿Esa dosificación de qué le sirve? ¿Es una decisión acertada en un momento donde no le sobra nada?

Tampoco se explican formatos de equipo, modificaciones posicionales y cambios para poner jugadores nomás para ver si le resuelven partidos de la nada. El equipo se quedó sin gol, y en su obsesión por querer reparar esta falla, ataca más y mal, y defiende peor.

No se explica cómo, con un hombre demás, de visitante, con un marcador dentro de todo favorable y en una instancia decisiva, Rayados se regale tanto en defensa para que el adversario, en este caso, Bravos, le recete un par de goles en 5 minutos.

Saber administrar la superioridad numérica sin desesperarse por atacar y no romper el balance táctico es responsabilidad de Mohamed. Él y su “jerarquía” también están fallando.

Twitter: @Mario_Sanchez1