Cada chango a su mecate

Sábado 16 de mayo de 2020

A ver, a ver, a ver...

¿En el futbol moderno ya no se usan los enganches, los 10? ¿Por qué los entrenadores actuales dicen que están en desuso? ¿Ya no encajan en el futbol moderno lleno de vértigo o ya no hay talento suficiente? 

Habría que preguntarles a ellos.

El caso es que los que juegan de 10, tipo Maradona o el mismo Messi, cada vez parecen una especie en extinción...

Los que aparecen detrás de los atacantes, los que piden la pelota para generar la penúltima jugada; los que la tocan y se mueven y la vuelven a pedir moviéndose con y sin balón hasta que se crea un resquicio para meter el pase al que mejor posicionado esté.

En general es posible que la velocidad y precisión que exige el futbol actual obligue a los entrenadores a prescindir de un jugador como ése porque necesita que todo mundo marque, presione y no se puede dar el lujo de que uno de ellos solo flote y juegue nada más cuando tiene la pelota su equipo.

"¿Por qué algunos entrenadores le exigen a todos que marquen, que muerdan, que metan y a los que hacen eso no les exigen talento?", le preguntó un día Pancho Avilán a Adolfo Bofo Bautista...

El jugador solo desplegó una gran sonrisa, que se pudo interpretar como: "Es lo que yo digo".

Y es verdad…

El futbol, diría mi compadre El Rayo, es como un proyecto de construcción. Necesitas albañiles  y un arquitecto... pero no puedes poner al arquitecto a cargar los bultos de cemento. ¡Pos oye! Hay niveles.

Cada chango a su mecate.

Muchos entrenadores, sobre todo de academias, prefieren que los chavitos toquen de primera; por supuesto en el futbol base los conceptos son muy claros. Tocar y moverte es esencial, pero no puedes coartar la habilidad, la creatividad, la picardía de un chamaco si para hacerse espacio y aclarar el panorama de descarga, se quita uno o dos de enfrente con una gambeta, una finta o un túnel. 

Por eso cada vez sean menos los creativos, los 10 que como Pirlo, Messi, Hagi, Baggio, Guti, Riquelme, Cuauhtémoc, Boy, Zidane, Galindo, Walter Gaitán, Sinha, Bautista o Javier Lozano, daban cátedra haciendo jugar a sus compañeros y generando la penúltima jugada, ésa que los ponía de cara a puerta.

Hoy no los vemos más. 

Y cuando surge alguno con ciertas características, con caridad, visión de campo y un toque educado, los utilizan mal.

Los jugadores que pasaban en largo con trazos como misiles teledirigidos de 60 metros con magistral precisión como David Beckham, como Rafa Márquez o Andrea Pirlo, no existen más. Los que tiran pases por una rendija que solo ellos ven como hacía José María Gutiérrez o hace Messi, ya casi no hay.

Y cuando surgen muchachos con talento como Charly Rodríguez, los ponen a cargar cemento y hacer la mezcla, como a todos los demás. 

Así no se vale...