Entre crisis y heridos

Lunes 25 de mayo de 2020

Es imposible que no haya heridos en esta crisis que desató la pandemia. El futbol, entre otras tantas industrias, quedó en el centro de ese efecto carambola, situación que ha orillado a los clubes y directivos a buscar soluciones rápidas.

En esa desesperación por encontrar respuestas en la meseta de la incertidumbre, lo primero que hizo la Liga MX fue desprenderse de lo que consideraba improductivo: el Ascenso.

Una decisión pensada más con el bolsillo del momento que con argumentos. Un golpe en la mesa que, ahora, si no hay arrepentimientos, hay preocupación por un posible veredicto en contra de la Femexfut que pudiera venir del TAS -si decide intervenir- tras la apelación que han hecho algunos clubes.

Al eliminar el Ascenso se dejó a miles de trabajadores en la calle, a quienes se le sumarán unos cuántos más de Primera División en las próximas semanas. Todos los clubes de la élite del futbol harán recortes: de personal y de salarios.

Es decir, la Liga MX no achicó el problema con lo del Ascenso sino que lo agigantó. Incluso, a los clubes de Segunda no sólo le secuestraron la categoría, sino que no les pagaron aún todo lo prometido porque el dichoso rescate, que iba para ellos, ahora lo necesitan muchos equipos de Primera.

Y en todo este embrollo, queda flotando la Liga Femenil. "Ya no habrá mucho presupuesto para mover a los planteles", dijo hace algunos días un directivo. La Femenil es lo menos que le interesa a la Liga MX en estos momentos. No es un factor determinante. No depende de sí misma.

En un futbol explícitamente machista no hace falta investigar mucho para saber que la Femenil hará lo que el varonil decida. Es decir, cuando decidieron cancelar el torneo Clausura, también se canceló el de ellas en forma automática.

El otro gran problema es la espalda financiera que tienen los clubes. Muchos ya no resisten a la embestida del virus. Los equipos menos pudientes se quejan porque ya no tienen de dónde jalar recursos para mantenerse.

Los que más pueden, se han visto en la necesidad de reducir salarios porque los contratos altísimos y dolarizados -sólo Gignac cobra en euros- se hacen impagables en tiempos de ingresos flacos. Quizás habrá llegado el momento de pesificar toda la industria.

A toda esta bronca que el futbol mexicano varonil tiene encima, se le agrega la de los contagios de futbolistas, un dato no menor y que no necesariamente se tenía en cuenta. Era imposible que no hubiera casos. Por cierto: a la Femenil ni siquiera le han acercado el termómetro.

De todos modos, la Liga MX hizo borrón y cuenta nueva, y más allá de ser una decisión congruente, al cancelar el Clausura la Liga prolongó la agonía de varios clubes. Hoy, la burbuja del futbol mexicano tronó y en época del COVID, lo que se espera es aplanar las duras consecuencias.