Por dinero

Miércoles 03 de junio de 2020

El dinero manda y reina en cualquier ámbito de nuestros días. Más allá de la tradición o la historia, la nostalgia o la costumbre, son los billetes quienes dictan el devenir de las entidades deportivas. Dicen que se perdió el romanticismo en el futbol mexicano desde hace mucho tiempo, pero seríamos ciegos al no ver la situación por la que pasa nuestro país e hipócritas al sentir ese dolor e impotencia que pasan por estos momentos los aficionados del Morelia.

Y como Monarcas han desfilado muchos equipos, algunos históricos y otros como llamarada de petate. Equipos que quedaron en el memorial del aficionado que con el tiempo terminaron siendo anécdota y olvidados por el paso de los años y no volvió a saberse nada de ellos. Es triste, sí, pero como cualquier negocio que si no genera se cierra la puerta y se busca otra oportunidad. Desafortunadamente así es en nuestro balompié y en algunos otros también.

Los dueños del balón buscan lo mejor para su negocio conjunto. Mazatlán les ofreció una buena opción de negocio con un estadio nuevo y una plaza exótica que busca impulsar más el turismo en un momento que si le cae como anillo al dedo por la recuperación que podrían tener al término de la pandemia.

Banda, mariscos, pulmonías y béisbol. Sí, una tierra donde la que vuela es la de 108 costuras y no la de gajos, pero que ha visto nacer importantes futbolistas a lo largo del estado. Mazatlán tendrá la oportunidad de demostrar que también pueden mantener la pelota rodando y fue a base de billetes que convencieron a los de pantalón largo de nuestro balompié.

Ojalá y tuviéramos una Liga seria que buscara mayor empatía con sus aficionados, con los que mantienen el negocio. Ojalá y hubiera dueños más comprometidos con sus comunidades que con sus cuentas bancarias. Ojalá se respetaran las tradiciones y costumbres que le dan color a nuestro futbol. Ojalá y no todo fuera el dinero, pero desafortunadamente no es así.

Twitter: @sergiotrevino9