Éxito extranjero

Jueves 04 de junio de 2020

Mientras que en la Liga creen que bajar el número de extranjeros hará crecer a más mexicanos, el futbol se encargó de demostrar en los últimos años que fueron ellos quienes formaron el éxito de los equipos de Nuevo León.

Primero Anselmo Vendrechovski y después José Basanta. Un brasileño y un argentino, ambos centrales, dejaron con su salida la evidencia de ser importantes para Tigres y Rayados. Futbolistas de peso que funcionaron, que gustaron y más importante, que ganaron.

Se sigue pensando en que el crecimiento de un jugador mexicano tiene que estar condicionado por su prematura salida a Europa cuando, en muchos casos, no tienen experiencia como para evitar que sean uno más en la lista.

Así, a la distancia y en silencio, Juninho y Basanta pusieron el ejemplo de la importancia de los extranjeros en nuestro país siendo titulares y capitanes en la época dorada de cada equipo. El primero jugó 328 partidos y el segundo 384, retirándose en ambos casos con nueve campeonatos. Eso debe ser suficiente para ejemplificar el peso que pusieron por ocho y 10 años en sus clubes, como centrales.

El mexicano debe jugar siempre y cuando tenga la capacidad y el talento para hacerlo. Así sucedió con Hugo Ayala, Hiram Mier y César Montes, por poner en contexto las duplas de los centrales extranjeros. En su intento por tener a futuro una Selección más fuerte, se tiene la errónea idea de que son los locales los que tienen que jugar hasta de forma obligada, tal cual era la función de la Regla de Menores.

Y no es cierto que son contados los casos de extranjeros exitosos. México tiene mucha calidad, pero es gracias a un sistema de competencia en el que aún se fijan los foráneos para luchar y no para hacer dinero como en otras ligas. La mexicana no es una Liga para el retiro, pero tampoco es la cuna del talento mundial o el ombligo del continente. No es cierto.

Juninho y Chema, con su frecuencia y larga estancia, se ganaron un lugar en el ONCE histórico de sus equipos y con ello quedó claro que por más que se intente hacer de lado a los extranjeros es imprudente pensar que le hacen un mal al balompié. En unos años, la cuota de registros por equipo descenderá y eso no debe de asumir que en automático los que se queden sean los mejores.

A veces la fuerza, el coraje y el liderazgo de los jugadores son más importantes para los equipos que darle oportunidad a un joven. Al ver el palmarés queda en evidencia que los clubes prefieren a un extranjero ganador que a un mexicano que compita por encima.

Twitter: @Adrian_MQ