Hora de animarse

Viernes 24 de julio de 2020

Un torneo de dos. Así fueron los últimos campeonatos -sacando el cancelado-. Tigres y Rayadas dominaron a lo largo de la Fase Regular y se cansaron de definir entre ellos quien se adueñaba de una corona que últimamente no sale de Monterrey.

Atlas, Pachuca, América y hasta el mismo Chivas, equipos protagonistas en la Liga MX Femenil, deben pasar la barrera de clubes que pelean el torneo y convertirse en candidatos, si quieren cortar con el predominio de los regios.

Más allá de que las Águilas y el Rebaño ya saben lo que es levantar el trofeo de campeón, cuando la Liga tomó seriedad, los equipos comenzaron a invertir un poco más de lo exigido. Las mejores mexicanas voltearon a ver lo que ofrecían los equipos regiomontanos y la competencia se volvió un tanto dispareja.

Claro, cada club con su proyecto y su idea de trabajo en la materia femenil. Pachuca, con Eva Espejo manejando los hilos, sin la necesidad de contar con figuras importantes o rutilantes, siendo siempre protagonista, pero flaqueando en el momento crucial. La misma Espejo nunca le encontró explicación al por qué de quedarse siempre en el último paso.

Atlas, con Samayoa como estratega, nunca se entregó a las regias, pero siempre le faltó ese toque final en Liguilla. Por Fase Regular parece un equipo, pero a la hora de la verdad falla cuando se trata de estar cara a cara.

Chivas, con el proyecto de Nelly Simón, cambió totalmente. Renovación de algunas jugadoras y un Ramón Villa Zevallos  que venía de ser el campeón en la Liga MX Femenil con Tigres. El papel fue bueno, demasiado por ser el primero. Pero, por problemas internos, fue despedido y ahora, otra vez, a empezar de cero.

América con Cuéllar, un personaje con trayectoria en el futbol femenil, pero un tanto cerrado en su pensamiento y forma de jugar. Aquellas que lo tuvieron, así lo describieron. De esos entrenadores que anteponen el orgullo propio antes de dar el brazo a torcer, incluso, cuando puede tratarse de una posible solución. Fue campeón, pero nunca volvió a vencer a los conjuntos regios.

Tigres mantuvo el plantel, con una base que se conoce hace años y juega casi de memoria. Rayadas y su columna vertebral  y a la vez sumando refuerzos de lujo y calidad. Tienen todo para comerse otra vez la Liga. Es hora de que los demás se animen. También tienen con qué. 

Twitter: @GiraudiMatias