La fuga de Michel

Martes 28 de julio de 2020

La salida de Michel González de la dirección técnica de Pumas fue más problemática de lo que quisieron aparentar.

El conflicto real fue que el director deportivo del cuadro del Pedregal, Jesús Ramírez, presionó al español para que incluyera en sus alineaciones al paraguayo nacido en Argentina, Juan Manuel Iturbe. 

Michel, hecho a un estilo diferente al mexicano donde muchos directivos meten su cuchara en donde no deben, sencillamente le entregó su renuncia a Chucho. La versión oficial de su salida fue otra.

Esta fue la versión de Ramírez.

"Michel presentó su renuncia, algo que nos sorprendió a todos, fue aceptada la renuncia, vino a despedirse del plantel, nos comentó que los motivos fueron familiares y más allá de lo deportivo, Pumas siempre prioriza la parte humana y ojalá Michel tenga éxito", dijo Chucho.  

Desde su perspectiva, la directiva tenía razón en pedir que pusiera a jugar a Iturbe porque necesitaba poner en la vitrina al jugador y buscar una posible venta al final del torneo, luego de estar congelado desde que llegó Michel al cuadro universitario. Sin embargo, Michel también tenía razón, pues Iturbe flojeaba mucho y su forma de trabajar fue muy poco profesional.

El domingo lo metieron a jugar y un pase suyo se convirtió en gol, contribuyendo al triunfo unamita.

En Cruz Azul paso algo similar cuando Pedro Caixinha se negaba a poner a Jonathan Rodríguez, porque no encajaba en su forma de juego; en cuanto se fue el portugués, llegó Siboldi y Rodríguez era una bala en el ataque celeste y se convirtió en un sol, dejando en entredicho a don Pedro.

Acá igual con Iturbe, ustedes lo verán ahora jugando y aportando al equipo, lo que se negaba a hacer en juegos y entrenamientos con Michel. 

Para los que creen que muchas veces son los jugadores los que corren a los entrenadores... tienen razón.

Michel hizo lo correcto: "Chucho, si quieres dirigir tú, ahí está el equipo, ponte tú de entrenador, no batalles".

Y bueno por lo pronto Ramírez, DT campeón del mundo con una Sub 17 de México, puso de interino en la banca a Andrés Lillini, con Raúl Servín de auxiliar y Kikín Fonseca de porrista con micrófono.

Por cierto...

¿Quién les dijo a los "comentaristas-analistas-especialistas" que su chamba es describirle al público la jugada que acaba de ver y decirles qué o hizo mal el jugador y cómo debió hacerlo. 

Es absurdo.

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Aunado a las deficientes trasmisiones televisivas de los partidos de la Liga MX, hay que sumarle lo poco que están dejando en la cancha los futbolistas.

La calidad y el profesionalismo de parte de los caballeros del micrófono ha sido deplorable en muchos sentidos, sobre todo en cuanto al respeto que le merecen a la gente que los escucha.

Cada vez se deteriora más esa parte del fútbol y cada vez son más los farsantes que incursionan en esta modalidad de hacerse los graciosos y soltar cualquier estupidez, aprovechando que en la cancha, como en la tribuna, no pasa nada.

Xolos le ganó 2-0 al Atlas; Pumas venció 3-2 a un despintadísimo Querétaro; Léon y Chivas empataron sin goles; Cruz Azul derrotó 2-0 a Santos y Tigres le pasó por encima a Necaxa.

Este martes juega el Monterrey ante Toluca y ahí va gateando este torneo balbuceante, con tapabocas, sin gente en la tribuna que les exija y los motive; da la impresión que les da igual jugar, que estar en casa, haciendo músculo en sus pulgares con el control del Xbox.

Digamos que los partidos ya empezaron.

El fútbol todavía no, pero juegos ya hay.