Martes 22 de diciembre de 2020
El barco está a punto de zarpar. ¿El destino? Qatar. Los tripulantes están casi todos. Sólo falta el de la Libertadores, que por cuestiones de calendario avisó que llegaba sobre la hora. Tigres y Los Ángeles FC, un boleto para dos equipos. Es ahora o nunca para los felinos.
No habrá otra oportunidad como esta. Tener la chance de ser campeón en apenas una semana. Sálganse del carro o carrilla, del vale o no vale. Porque ganar un certamen como este vale muchísimo, sino miren a Rayados y lo que hizo con Liverpool.
Tiene todo a su favor. Con todo el respeto que merece Carlos Vela, un crack, pero el futbol es un deporte de equipo y Tigres tiene mucho más. Ojo, en la cancha puede pasar cualquier cosa, y eso los jugadores de los dos equipos lo saben.
Es el momento. Durante tantos años no le interesó al Tuca esta clase de torneos, pero se dio cuenta que es el broche de oro para una generación que gozará quedar en la historia de un club que va construyendo la suya con el paso de los años.
A un Gignac que quizás le quedan dos o tres años más -no se si al mismo nivel-, la mejor forma de homenajearlo, de conseguir el último ladrillo que necesita para terminar de construir esa estatua que merece, es este trofeo.
Puede gustar o no. Puede aburrir, puede ser un equipo somnífero, puede ser todo lo que aquellos que lo critican -con razón- digan, pero Ricardo Ferretti cuenta con una nueva posibilidad de seguir agigantando su figura. Es terminar la década (recuerden que empezó en 2011 todo), como nadie imaginó.
Tigres tiene una cita con la historia. Con la historia que no tiene, pero que puede construir de una vez por todas. Es futbol, puede pasar cualquier cosa. Pero la copa y el boleto hacia Qatar está al alcance de su mano. El barco está a punto de salir…
Twitter: @GiraudiMatias