Martes 19 de enero de 2021
La llegada de Javier Aguirre al Monterrey ha sido positiva, los números lo avalan, dos victorias en igual número de partidos. Portería en cero, algo raro el año pasado y Funes Mori encendido con la mitad de anotaciones con respecto al torneo anterior en apenas 180 minutos disputados. Los rivales pasan a segundo término.
El funcionamiento del equipo es lo importante y por lo apenas visto, Rayados está todavía lejos de lo óptimo, pero hay una mejoría, eso es notable. Sobre todo un orden defensivo del que carecía en los últimos torneos.
Con y sin Medina y un Nico ausente que hasta hoy no se ha extrañado. Kranevitter quiere a toda cosa quedarse la titularidad y ha mostrado un mayor nivel que Celso. Poncho cada juego es más indispensable y se nota más suelto, sin ataduras, libre, quiere regresar a la Selección y viajar a Qatar en el 22.
Rayados se ve mucho mejor con un sólo delantero en la punta. Quien ocupe ese lugar no debe ir acompañado por otro atacante en el centro y lo vimos claro ante América, aunque faltó contundencia y creación de jugadas de tres cuartos hacia adelante, pero es un hecho que un sólo “9” es suficiente.
Lo que La Pandilla necesita es un “10”, esos escasean desde hace mucho. Una posición en peligro de extinción no sólo en México sino en el mundo. El juego tan vertical de ahora los va orillando a desaparecer.
Pelé fue el primero en darle el sentido a ese número, Diego lo inmortalizó e institucionalizó, los noventa fueron su época dorada y en la década del 2000 surgieron los últimos, pocos exponentes quedan y se pueden contar tal vez con no más de dos manos.
El juego que propone Aguirre necesita uno de ellos o por lo menos que se acerque a lo que en algún momento les llamaron orquestadores o armadores. Un jugador con esas características exponenciaría a Rayados de manera vertiginosa.
Carlos Rodríguez es un jugador que ha mostrado esas características necesarias para llevar el “10” y echarse al hombro al equipo. Con el orden que ha mostrado Rayados en los últimos partidos, lo ideal sería quitarle responsabilidades defensivas al nicolaíta y dedicarse puramente a armar el ataque blanquiazul, las condiciones las tiene no sólo físicas y tácticas, sino mentales.
Es un chavo muy centrado e inteligente como para tomar, incluso, la estafeta de líder, no creo en el “le falta madurar”. Está listo para ese rol. Me da la impresión que Aguirre podrá potenciar ese talento del canterano rayado y ponerlo en la órbita europea, pero por lo pronto como “10” del Monterrey, urge al equipo uno de esos para terminar de cocinar el juego del vasco.
¿Otras opciones? ¿Meza? ¿Poncho? Puede ser, veremos cómo Javier lo lleva en las próximas semanas porque el equipo insisto funciona mucho mejor ahora que lo visto en el 2020 pero con este detalle terminaría por cuajar.
Twitter: @sergiotrevino9