JUEVES 18 ABRIL, 2024

Un nuevo Tigres

Sábado 27 de febrero de 2021

Frente a los ex Tuneros de San Luis, Tigres se volvió a lucir con un partido espectacular, muy bien jugado casi en lo general, muy diferente a lo que se les ha visto a los Tuca Boys, no en el torneo, en lo que va del siglo.

Sí señor, como se lo cuento.

Hace muchos muchos años que no se veía a estos Tigres tan ofensivos. Bueno, hace muy poco, ante el mejor equipo de América, que le dicen el Palmeiras, le dieron un baile y una lección de buen futbol en el Mundial de Clubes, jugando un partidazo no visto por mis ojos en mucho tiempo.

Contra San Luis, el profe Ferretti sacó un librito polvoriento de los años 70 cuando se acostumbraba el 4-2-4, se los dibujó en el pizarrón y mandó a esos hombres a la cancha.

Puso a Nahuel en el arco; mandó a Dueñas como lateral derecho, en lugar del Chaka; en la central Diego y Salcedo, y Aquino de lateral izquierdo; Rafa Carioca y Pizarro en la caseta de cobro en medio campo y luego Nico López, González clavado como eje de ataque y Luis Quiñones con Gignac, que no era ni volante ni atacante, sino más bien todo lo contrario. 

Un 4-2-4 muy dúctil, muy maleable porque siempre Dueñas o Aquino eran el tercer volante y Quiñones o Gignac, el cuarto. 

El San Luis nunca pudo agarrarles la mano y fueron superados por esa serpenteante alineación que siempre tuvo más gente que el rival en medio y en ataque. 

Si a eso le agregas que atacaron sin la pachorra de otras veces. Salieron mucho más rápido, con menos toques y más vertical al frente, más profundos, con un ataque más contundente, más frontal.

El segundo gol, señores, señoritas, fue un poema de futbol asociación. La tomó Quiñones en la banca, con tunelito al defensa se apoya en Carioca, éste se frenó y aceleró, se le va al zaguero, central pasado, Gignac amagó que se va a lanzar una chilena, el defensa se frenó, y el francés acarició la pelota, tocando suave a Nico López que le pegó de zurda, seco, abajo, allá al palo lejano. Golazo. 

Ya lo que sucedió luego, al final, fue otra cosa, el resultado no correspondió al partido jugado. No voy a decir: "Tigres pudo ganar 4-2". No... No pudo, pero sí debió. 

Esa forma de jugar de Tigres es lo que la raza quiere ver. Si no tiene dos aviones por las bandas, por lo menos tener a González y a López, quita la losa que cargaba el galo como El Pípila, obligado a anotar siempre. Hoy se nota mucho mejor este equipo, más compacto, pero más dinámico, con más generación de futbol más alegre.

Ya lo que salió a polemizar Nahuel desde su Twitter parece una granada de humo de color de esas que los marines soltaban en Bagdad para disfrazar sus intenciones. 

Me dijo una vecina que no sé qué... fue de risa. 

La supuesta vecina imaginaria del gaucho le dijo, según él, que en 411 partidos de su carrera le habían hecho sólo dos goles desde media cancha, pero que nadie contaba cuantas atajadas había hecho jugando adelantado.

Habrá que contratar esa vecina que lleva estadísticas que nadie sabe sólo ella y el protagonista. En fin.

Luego dijo: "Las redes y los medios quieren ver sangre. El comunicador que nunca habló de mi crecimiento profesional, ni de mis logros, ni de los de mis equipos, hoy tiene la mesa servida, la comida en bandeja y los cubiertos afilados. Y así el error será condena".

Yo creo que eso no fue un error.

Creo que fue más un gran acierto de Castro que falla de Guzmán, porque es un riesgo jugar adelantado y como tal se vio. Simple.

Pero... pero... pero...

La vecina, digo, la granada de humo, trató de desviar la atención de otro asunto.

Hace días le contaba de lo raro que fue que, jugando cuatro rayados en una descolgada contra dos defensores de Necaxa, remataron la pelota afuera, ni siquiera la atinaron a una portería de 7.32 metros de ancho, en una forma muy extraña. Luego, dos minutos más tarde, anota Necaxa. Ok.

Claro, por supuesto que no tiene nada que ver que ese mismo día anunciara el club que su nuevo patrocinador es una casa de apuestas. ¿Qué tiene que ver una cosa con otra? 

Nada.

Ahora, ante San Luis, se vio muy sospechoso que Tigres, ganando en el minuto 92 y con 34 por segundos por jugarse, viene un remate de cabeza por alto que el portero felino, en lugar de estirar la mano para sacarla, como que la encoge.

Probablemente ya no alcanzaba el balón, pero no lo sabemos porque no intentó detenerlo.

Con eso empató el San Luis.

Muy raro.... ¿No?

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