El último Clásico

Lunes 19 de abril de 2021

A Ricardo Ferretti no le preocupa nada. Tigres atraviesa por una crisis con aroma a autodestrucción, pero para el técnico no es motivo de alarma. Más bien sigue aferrado a sus corazonadas.

Ferretti relativiza que Gignac y González no anoten y minimiza la fuga de poder que ha tenido su equipo. “De repente pueden explotar”, dijo después de Pumas y en referencia a los delanteros que arrastran una sequía inusual.

La liviandad con la que responde Ferretti a los cuestionamientos no coincide con una realidad que lo supera. Como la autocrítica no existe en forma y tamaño para la ocasión, Tigres no aprende, no mejora y sólo da señales de agotamiento.

El próximo Clásico puede ser el último para muchos de los actuales jugadores y probablemente para el técnico también. Su posible renovación dio un giro más lógico que extraño y ha quedado al borde de no hacerse efectiva.

Cualquier resultado en el Clásico, incluso, cualquier destino que abrace Tigres en el torneo, no será un condicionante para trabar la reestructura que se viene en el club a partir de este verano. Hay cuestiones que ya son insostenibles.

Tigres llegará al Clásico enfundado en la bandera del fracaso. Un cuadro que entra a los partidos a mendingar resultados no puede considerarse equipo, y menos aún, cuando sólo espera la astucia individual como conducto al triunfo.

Pero lo individual, de muy bajo nivel, tampoco es garantía. Ferretti quiere que los que antes salvaban la ropa de Tigres, hoy lo salven a él. Ferretti cree que con lo mismo de siempre puede revertir el camino. Sólo Ferretti avala su propia convicción.

Por lo tanto, ganar el Clásico será un remedio temporal, pero no una solución final. Rayados es mucho menor problema que el problemón que carga Tigres en su espalda y que va más allá de la actual mala campaña que está dinamitando el futuro.

En Tigres, en los últimos 10 años, se le ha dado más bola al presente que a la formación de jugadores que puedan insertarse en nuevos procesos. Quizás no haya faltado talento, pero sí atención y oportunidades.

Es por eso que el que viene puede ser el último Clásico de un ciclo exitoso, pero de igual manera caprichoso por cómo lo dejaron caer sin actuar a tiempo. O quizás éste sea el momento.  

Fotografía: Mexsport