VIERNES 19 ABRIL, 2024

Actitud

Sábado 15 de mayo de 2021

Por supuesto que los Rayados tienen vida...

El magro 2-1 que le aplicó Santos en tierras de la Laguna lo dejó respirando y con posibilidades de levantarse y seguir su camino en esta Liguilla.

Obviamente tendría que jugar mucho mejor de lo que lo hizo Santos, si quiere liquidarlo y Monterrey, por supuesto, tiene que atinarle al arco y que despierte su ariete Funes Mori, si no... sería más complicado.

En el duelo de ida, Javier Aguirre apostó por una línea de tres centrales que miden como dos metros cada uno, pero son lentos, para pensar y resolver, ya no digamos para correr. La zancada larga se les da, pero en corto, sufren, como le pasó a Adrián Mora con Eduardo Aguirre, cuando el defensor estaba pensando qué haría, ya tenía el zapatazo violento silbándole los tobillos y yendo al fondo de la red.

Cuando Aguirre corrige, deshace el tejido y recompone con línea de cuatro, dos contenciones y dos volantes abiertos con Charly y Ponchito, volvieron a imponer el ritmo y hacerse de la pelota, como en una buena parte del primer tiempo.

Sin embargo, se vieron muy lentos en general contra la velocidad que le impuso el equipo de Guillermo Almada.

Cuando Rayados tenía la pelota y la hacía circular a su ritmo pausado, no había problema, pero si la perdían, tenían que entrar al vértigo de los verdes y no salieron con cinco en la canasta porque los palos se atravesaron.

Funes Morí se cansó de fallar. Llegando tarde o no llegando o pegándole alto, o lejos, el caso es que fue una noche de perros para él.

El problema del cuadro de Javier Aguirre también tiene que ver con actitud, más allá de un planteamiento táctico o condiciones técnicas de los jugadores. Es un equipo frío.

Tú ves a los tipos del once rival partiéndose el alma, gritando, discutiendo y volteas a ver a la cara de Hugo, Maxi, Layún, Carlitos, Nico, Gallardo, Krane o Celso y parece que están en una partida de ajedrez o tenis. Serios, sin expresión alguna, sin raza, sin sangre en las venas. Uno de los pocos que vibra y grita e impone, estaba castigado. Hay otros que gritan, tipo Montes, pero sigue siendo un cachorro. Grandote, pero un cachorro. Nadie impone respeto en ese equipo, por más cancha recorrida que tengan o más figuras que sean.

En fin, veremos cómo pinta la vuelta donde se espera que en su casa Rayados se vea mucho mejor.

En los otros encuentros, ya vimos que sucedieron dos o tres cosas raras:

- Al Atlas le siguen echando la mano con el gol de Jairo Torres en evidente fuera de juego ante Puebla.

- Cruz Azul le sirve en bandeja el partido al Toluca al no iniciar con "Cabecita" y Orbelín y como los Diablos batallaban, la defensa les regala un penal cuando la pelota andaba en otro lado. Siguen batallando y ahora es el árbitro el que mete su cuchara y les regala otro penal cuando Sambueza se deja caer en el área, como la Dama de las Camelias, en pleno escenario.

- Y en el otro juego Pachuca le hizo tres al América, lo cual --le anticipo-- servirá para inclinar los momios en las apuestas y luego intervendrán los del silbato, banderas y VAR, para diseñar la remontada.

No quiero caras de sorpresa.

Advertidos están.

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¿Qué le pasa a Roberto Medina?

En lugar de enojarse con sus jugadoras porque no le atinaban a la portería, el DT de Tigres femenil se enojaba con las lesionadas de Rayadas. Una tontería.

El partido entre felinas y albiazules terminó empatado 2-2 y si alguien quisiera sugerir que pudo quedar 6-2 en favor de la visita, pues no... no pudo. De haber podido, así hubiera quedado, pero el ansia, hizo que las chicas de amarillo se llenaran de pelota, se engolosinaran con el pastel, quisieron devorárselo todo de una tarascada, se atragantaran y por poco se indigestan.

Tigres anotó primero de cabeza con gol de Nancy Antonio y luego Rayadas empató por cortesía del cuerpo arbitral.

Primero el silbante le regala una falta a Rayadas que se inventó Monsiváis; cobran con un centro frontal al área, se queda colgada Antonio, pero no tanto porque sale a tiempo y deja en fuera de lugar a Burkenroad y la asistente no levanta la bandera. Burky marca de cabeza y lo dan por bueno, pese al evidente fuera de juego. Luego Rayadas se va arriba en un desprendimiento a velocidad que toma mal parada la zaga felina, y Monsiváis anota el 2-1. Hasta el 92' es que un desesperado Tigres logra empatar ante un rival, todavía más desesperado que desde el 13' jugaba con 10 por la expulsión de su arquera Godínez.

Así, todo se resolverá en la vuelta este lunes, igual que el otro duelo entre tapatías donde Atlas y Chivas quedaron 0-0.

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