Un Rayados sin alma

Lunes 17 de mayo de 2021

Javier Aguirre, entre otras tantas justificaciones a modo, dijo que la eliminación de Rayados se dio por un “accidente”, por ese “rebote” en Gallardo que le sirvió a Santos “un gol en bandeja” en tiempo de compensación.

No es la primera vez que Aguirre quiere relativizar e ironizar sobre un hecho desfavorable en declaraciones a los medios. Su posición es altanera, incluso, en el fracaso, buscando desviar el foco y explicando cosas muchas veces inexplicables. De autocrítica y humildad, poco.

En Torreón ya se había molestado, además, con personas del staff de Santos que estaban “invadiendo” la sala de prensa y frenó la conferencia como para enfriar el contexto adverso. Como que se hizo notar con algo extremadamente “equis”.

Aguirre siempre te recuerda que el que sabe y el importante es él. Y también te suele restregar eso de que dirigió en Europa, aunque hoy esa experiencia no parece surtir tanto efecto en Rayados.

El técnico “europeo” no se ve que haya hecho cambios convincentes en función del juego y ni siquiera ha potenciado a algún jugador.

Al contrario, con él varios han desaparecido, como Funes Mori, Charly, Nico Sánchez, Pabón, entre otros a los que el sistema o la propuesta de Aguirre no les cae. Pero también ha sido el derrumbe del nivel propio de estos futbolistas.

Funes Mori, por ejemplo, se olvidó de cómo hacer un gol y pasó de goleador a bulto. Cerró el semestre con 9 juegos en fila sin anotar y sin influir en un ataque donde Janssen, con todo y torpezas, supone ser el referente. Otro europeo de limitadísimas condiciones.

Poncho González y Meza, otros dos alfiles de Aguirre, se han sostenido en el equipo por la continuidad que le han dado, pero no hicieron la gran diferencia. Llegaron a su tope muy rápido. De ahí no han pasado.

Si uno analiza fríamente la serie de Rayados ante Santos no se necesita ser demasiado chispa en esto del futbol para darse cuenta que el equipo de Aguirre fue un fiasco y que terminó escondido en su propia cancha tratando de cuidar una mísera ventaja.

El análisis también dice que un equipo que ni siquiera garantiza con un juego digno su participación en una Liguilla, no puede tener grandes aspiraciones.

Porque si bien hay formas de quedar eliminado, Rayados eligió la más precaria, la más vacía y la que más le duele al aficionado: la de caer sin amor propio, y con excusas igual de baratas de su técnico “europeo”.

Twitter: @Mario_Sanchez1