Jueves 19 de agosto de 2021
Amada por muchos, odiada por otros, pero no hay quien pueda decir que Carli Lloyd no es parte importante de la historia del futbol femenil. Con 39 años, anunció su retiro y definitivamente marca el fin de una era.
Y no sólo para su país, sino para todos los que pudimos ver su capacidad para marcar diferencia dentro del campo. Ya sea asistiendo o anotando, Lloyd es una jugadora de miedo, que de un momento a otro se puso como objetivo ser la mejor jugadora y vaya que tiene argumentos para decir que lo logró.
La “10” de EUA puede presumir 2 medallas de oro olímpicas y una de bronce, 2 Copas del mundo, un Balón de Oro, un premio The Best, ser la segunda jugadora con más partidos disputados con su Selección, 128 goles y mucho más.
El equipo de las barras y las estrellas siempre ha tenido una referente que le pasa la estafeta a la nueva generación. Mia Hamm se la dejó a Abby Wambach y ésta se la pasó a Lloyd, quien supo convertirse en la líder que necesitaban sus compañeras.
Esa pasión y amor por el equipo que heredó, la llevó a ser una de las cinco jugadoras que iniciaron la pelea contra la Federación de Estados Unidos, demandando un trato justo y un pago igualitario al de la rama varonil. Hoy, es un ejemplo para el resto de las jugadoras en la lucha por la igualdad.
Si no tuvo la oportunidad de verla jugar, aún le quedan dos meses de actividad con el Gotham FC y cuatro partidos con la Selección, una oportunidad de oro para disfrutar de su clase. En lo personal, me quedó con el Mundial del 2015, donde se puso el equipo al hombro para buscar la revancha del subcampeonato en Alemania 2011. Tan sencillo como recordar su hat-trick contra Japón en la Final en sólo ¡16 minutos! Con un golazo desde medio campo, incluido.
La carrera de la estadounidense no empezó de la mejor forma, tuvo algunas polémicas antideportivas y altibajos, pero su mentalidad y exigencia por ser la mejor, la llevaron a ser quien es hoy. Sin duda, el futbol pierde una valiosa referente y una modelo a seguir.