VIERNES 19 ABRIL, 2024

Rayados y otro asterisco

Lunes 18 de octubre de 2021

El equipo de Aguirre sufre para contrarrestar a rivales que se la ponen difícil y, sin contundencia, su ejecución es tambaleante.

Más allá de esa foto del final, con un Rayados ahogado en su falta de contundencia que lo privó de enderezar el resultado, la derrota le dejó nuevas lecciones, todas ellas conceptuales, de enfoque y, definitivamente, de futbol.

Rayados no supo qué hacer cuando León le arrebató el control del primer tiempo. Para Aguirre, su equipo “regaló” dicha etapa, pero una cosa es entregar el juego y otra, totalmente diferente, es no saber cómo contrarrestar las situaciones complejas que le puso el partido.

No fue que León abusó de un Rayados ingenuo, sino que León no dejó jugar a Rayados, éste no tuvo reacción y le sacó provecho a esa coyuntura. Claramente una lectura muy distinta a la de Aguirre.

Es muy fácil ponerse en papel de víctima y darle el mérito al rival a partir del bajón propio, cuando existió una notable falta de contenido futbolístico de Rayados para estar a la altura de lo que León propuso.

Cuando León se cansó, Rayados tomó valor y envión anímico para sentirse útil en el juego. Fue muy notorio por dos cosas: por la renuncia del León a proponer más por la falta de piernas y por tirarse atrás a aguantar hasta dónde se pueda con Cota y 10 más.

Rayados pudo empatar, sí, pero esa subjetiva probabilidad quedó sólo en eso. En todo caso, la derrota delató otra vez que Rayados es un equipo muy inestable. En Juárez, una jornada atrás, también dejó esa sensación de inmadurez por cómo le hicieron los goles y por cómo perdió.

León no hizo más que aumentar ese asterisco, pero de otra manera: con un planteamiento pensado en un todo, con marcas duras y escalonadas, con un mediocampo versátil, con superioridad numérica sobre el receptor y con rápidos latigazos ofensivos para romper a una defensa contraria ligeramente desalineada.

Frente a este mapa de juego, Rayados fracasó. Es aquí donde Aguirre deberá reposar su lupa porque lo del segundo tiempo, ese repunte provocado por factores y contexto -aquí sí el rival influyó- fue consecuencia directa del desarrollo.

No hay que rascarle tanto para entender que Rayados tiene errores y virtudes en la misma proporción, y que los dos últimos partidos los perdió por causas asociadas a sus fragilidades de ejecución, donde ofrece zonas vulnerables.

Y, también hay que decirlo, lo difícil que le resulta decodificar la postura adversaria para no dejarse arrastrar e imponer condiciones. En otras palabras, Rayados es muy bueno sólo cuando todo le favorece.

Histórico