Y te tocó, Eva

Miércoles 22 de diciembre de 2021

Hay una palabra que se usa mucho en el entorno futbolístico: resiliencia, más cuando un equipo o persona de forma individual no se rinde ante la adversidad, conjunta piezas, renueva ideas, busca soluciones y se mantiene en pro del éxito.

Recuerdo la desilusión que se hizo presente en el momento que se escuchó el silbatazo final en el Estadio Akron y Chivas terminó campeón sobre Pachuca ante una intempestiva remontada, puesto que las cosas estaban 2-0 favorables para las hidalguenses y todo terminó 3-2 para las tapatías, con el trofeo de la mano. El llanto claramente se apoderó de ti pero en cuestión de días (sino es que de horas), a planear lo que venía para una revancha.

Años después tengo clara esa conferencia de prensa post Semifinal de Vuelta en el Estadio BBVA en el Clausura 2019. Pachuca otra vez parecía haber dado golpe de autoridad con un 3-2 en el global y para el definitivo en la Sultana, con tan solo una anotación, Rayadas avanzó a la Final dejando a tu equipo fuera de combate. Ofrecer declaraciones fue complicado, con una voz entrecortada pero siempre con la frente en alto.

Dejaste el banquillo por un momento para un puesto más alto, pero el entorno de la Liga MX Femenil, llámese aficionados al propio conjunto de Pachuca, más todos aquellos que cada vez más creen en el torneo, sintieron parte de tu ausencia en las canchas y de lo bien que llegaron a jugar las Tuzas.

Repentinamente, un bombazo por allá del pasado mes de junio: Rayadas dio a conocer que llegabas a ser la mandamás del equipo. De inmediato explotaron las redes sociales, no era una noticia para nada menor.

En tu presentación, felicidad, seguridad y sobre todo convicción de lo que se tenía planeado para llevar al conjunto regiomontano a su segunda estrella.

“Venir aquí fue una ambición personal, tengo un objetivo personal que cumplir, me quedé con un pendiente y hoy Rayadas, aunado a los valores que tiene y la institución que es, se unió a este pendiente y por eso tomé la decisión”. Bien sabemos que ganar un torneo de Liga era ese pendiente máximo.

Un semestre largo, con sus altibajos, con un estilo más equilibrado al que imperaba anteriormente con Héctor Becerra, pero que resultaba ser eficaz. El sufrimiento en el futbol es inevitable: Tigres Femenil, América y Chivas en Fase Regular, y ni se diga Xolos en Cuartos de Final, Atlas en Semis y la propia Final ante las auriazules.

Como se dijo en la anterior edición de esta columna: Rayadas iba a necesitar de paciencia, análisis y sobre todo amor propio en sus futbolistas para sacar el barco a flote en un hostil Estadio Universitario que presionó desde el calentamiento.

El movimiento de Valeria Del Campo a la central, Rebeca Bernal a la contención y Yamile Franco de media punta funcionó. Claro, ante un equipo como lo son las felinas, en algún momento la vas a pasar mal, sin embargo, hasta en ese escenario, tu equipo lo entendió.

Muchos dicen que los penales son un volado y no, es una cuestión de análisis profundo y de mucho entrenamiento, por más sencillo que luzca. Me quedó claro que ambas situaciones se llevaron a cabo.

Ya te tocaba EVA ESPEJO, y te tocó. Historia pura al ser la primera DT en ganar el título de la Liga MX Femenil y esa huella quedará para la eternidad.

Rayadas dio un golpe de autoridad en la casa del acérrimo, cobrando una de las tantas deudas pendientes. Ahora, ante semejante éxito, el reto será todavía mayor el siguiente semestre.

Hoy se vale seguir festejando, más por las fechas familiares que se aproximan, pero una vez que las mismas concluyan, a trabajar porque las albiazules reforzaron su protagonismo y aumentaron su etiqueta de rival a vencer.

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