Viernes 31 de diciembre de 2021
La Liga MX Femenil cierra el año con síntomas de evolución y con la promesa de seguir buscando nuevos objetivos en esa incansable lucha por posicionarse en un contexto deportivo todavía machista.
Está claro que comparado con unos calendarios atrás, hoy la realidad indica que la mayoría de los clubes ha entendido que la categoría tiene más aceptación de lo que inicialmente muchos pensaron.
Ya montados en ese auge, los directivos comenzaron a ver que también puede ser negocio y los propósitos deportivos y comerciales cambiaron. La Femenil se ha convertido en un producto más y no menos estimulante para venderlo, definitivamente por su impacto mediático.
La apertura a las jugadoras extranjeras, el trato más profesional al equipo femenil, mejoras en instalaciones, traslados más cómodos, concentración en hoteles decentes y jugar en los estadios principales formaron parte de las “ganancias” que ha tenido la Liga en el 2021.
En lo deportivo, más allá del dominio competitivo de Tigres Femenil y Rayadas, los clubes más adelantados y exitosos de la categoría, este año se vio un singular progreso de otros equipos que se han animado a achicar esa enorme brecha que los distanciaba de los cuadros regios.
Chivas, Atlas, América, Santos, Pumas y hasta Tijuana han logrado avances significativos en favor de un torneo más pluralizado en nivel y entretenido, lo que es una buena señal del crecimiento.
Pero sobre todo, vale resaltar la importancia que hoy los clubes le están dando a la Femenil, motivados quizás por la misma competencia y, obviamente, por el dinero que está llegando a las cajas, ya sea por patrocinio, ventas o incentivos de la propia Liga.
Otro detalle no menor, es la calendarización oficial del torneo de la Sub 17 para el semestre entrante. Otro punto de quiebre que ayudará sobremanera a brincar otro peldaño hacia el sentido de pertenencia que buscan los clubes en su rama Femenil.
De hecho, hay miles de jovencitas y niñas en todo el país que sueñan con ser futbolistas profesionales animadas por el éxito de muchas jugadoras actuales.
Se arriman a los clubes con esa esperanza y los clubes se han visto en la obligación de crear categorías menores para darle cabida al futuro de la Femenil. La idea es muy buena, generosa y atractiva.
En fin, que la Liga Femenil va para adelante, se ve y se siente, aunque todavía no puede zafar del todo de ese control que tiene la Liga MX sobre ella.
Se defiende mucho la igualdad de género, pero en los momentos importantes o más trascendente, como la entrega del Balón de Oro (Liliana Mercado) o en la consagración de Rayadas, Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, fue el encargado de la premiación por delante de Mariana Gutiérrez, directora de la Liga Femenil.
Estos detalles, aunque parezcan pequeños, no lo son. No es consecuente con lo que se pregona.
Si todos estamos en el mismo canal y más aún el futbol mexicano en un todo, de darle más lugar a la mujer en la sociedad, defender sus derechos y empoderarlas, Arriola no tiene nada qué hacer en la jurisdicción de la Femenil. El mensaje, al final del día, termina siendo contradictorio.
Twitter: @Mario_Sanchez1