Jueves 13 de octubre de 2022
A propósito del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebró el pasado 10 de octubre, vale la pena recordar que los jugadores y jugadoras no están exentos a sufrir depresión, ansiedad o insomnio, entre otros padecimientos.
El deporte en general es de gran beneficio para la salud mental, pero hay muchos agentes externos que no se pueden ignorar y que muchas veces pueden derivar en graves consecuencias.
Sin embargo, lo preocupante es el tabú que existe alrededor de estos sufrimientos que algunas personas no saben cómo expresarlo y, por lo mismo, no buscan una solución adecuada.
Cuántas carreras de futbolistas no se han visto cortadas o con altibajos por motivos desconocidos y que luego decidieron hablar del sufrimiento que vivían por acosos y/o abusos que acabaron con las ganas de disfrutar del deporte.
Un caso actual son las 15 jugadoras españolas que prefirieron salir de la selección para cuidar su salud mental, aunque para muchos ha sido una medida exagerada.
La depresión afecta a más de 260 millones de personas en el mundo, entonces ¿qué hace creer que en futbol no existe?
Perder un campeonato, un partido o hasta un balón abre la puerta para que aficionados señalen con el dedo buscando culpables. Y más aún en estos tiempos utilizando ese látigo venenoso en el que suelen convertirse las redes sociales.
Ahora bien, el trabajo que deben hacer todas las instituciones para cuidar este tema es muy importante por la gran cantidad de sucesos que afectan el rendimiento mental. Hoy es indispensable contar, mínimo, con un psicólogo deportivo. No solo para apoyar a sus jugadores por la salud individual, sino en aras de tener un grupo sano con mejor rendimiento y que ofrezca resultados.
Ninguna persona se salva de tener problemas psicológicos. Hay que romper estereotipos y tabúes, y abrir puertas al diálogo. Que todos sientan el apoyo para solucionar sus problemas y que si un día dicen: "No estoy bien para jugar", sean escuchadas/dos antes de señalarlos.