Año para el olvido

Jueves 20 de octubre de 2022

Cuánto trabajo tiene por delante Andrea Rodebaugh, la flamante directora de Selecciones Nacionales Femenil, después de tantos fracasos.

La Selección Mayor no clasificó ni al Mundial ni a las Olimpiadas; la Sub 20 quedó marcada por el escándalo previo a su Mundial y, por si faltaba algo, la Sub 17 pasó de noche por el Mundial de India, donde pasó de ser subcampeón del mundo a quedar eliminada en la Fase de Grupos.

Es cierto que ya se tomaron algunas decisiones, se dieron “soluciones”, pero aún quedan otras cosas sobre la mesa. Pedro López tomó la mayor e hizo una ligera sacudida a la convocatoria. Aún está vacante el puesto de DT de la Sub 20 y Sub 15, y no se sabe si Ana Galindo seguirá en la Sub 17.

Lo que más se puede cuestionar de esta generación es que se sentía un ambiente de superioridad, creado por ilusiones que se hacen tomando como referencia el nivel de la Liga.

Mucho se habla del crecimiento, que sí, ahí está, pero no por tener una Liga, a fuerza se van a conseguir mejores cosas a nivel selección. Por ejemplo, antes de la Liga, el Tri conseguía mejores resultados que en estos momentos.

En el Premundial de la mayor y el Mundial Sub 17, daba la impresión de que el Tri iba mentalizado en los partidos contra las potencias, pero el mal juego puso las cosas en su lugar.

La mayor ante Haití y Jamaica mostró un nivel muy bajo, y contra Estados Unidos, se murió por cada balón, ya con todo perdido. En la 17, contra China hubo mucho qué desear, jugó a muerte vs. España, y ante Colombia no se vio un equipo que buscara avanzar a como diera lugar.

Esta generación ya fue, es un borrón y cuenta nueva. Empieza un nuevo proceso de cuatro años con Rodebaugh y el torneo mexicano debe dar muestras de que sí ayuda al desarrollo del Tri, porque ya creó un monstruo: una afición voraz que pide resultados "a la de ya".