Viernes 14 de junio de 2024

Roberto Carlos de la Rosa González no es un delantero ni un joven habitual. Su arquetipo como atacante es un 9 que ha carecido del gol en los últimos torneos, sin embargo, tuvo que adaptarse a una situación familiar que le cambió la vida y le hizo madurar apenas a los 19 años. Así es el tercer refuerzo de Rayados.

Campeón goleador con Pachuca en categorías inferiores y brillando con selecciones juveniles, el delantero nacido en Texcoco un 4 de enero del 2000 se hizo cargo de su familia cuando su padre cayó en prisión.

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Acuñando la frase: “Los goles son los que lo hacen más fuerte”, llegó a Primera División de la mano del Pachuca, equipo con el que disputó 162 encuentros, con 22 tantos a su cuenta. De la Rosa gozó el ser especial en 2017, pues su debut internacional se dio en el Mundial de Clubes de aquel año, ante el Al-Jazira y siendo el primero nacido en el 2000 en hacerlo.

Aunque en los últimos torneos se le tildó de un atacante con poca contundencia, el mexicano es un 9 que juega más fuera del área que dentro de ella. Con capacidad para intervenir en el circuito del juego del equipo, De la Rosa tiene contacto con el balón fuera del área y tiene habilidad técnica para colocar a sus compañeros de cara a puerta, cuestión de la que no gozan sus rivales en ataque: Germán Berterame, Brandon Vazquez y Rodrigo Aguirre.

Acostumbrado a remar contracorriente en la vida y en la cancha, Roberto buscará ganarse en el préstamo que obtuvo para estar con el cuadro albiazul la oportunidad de maravillar a su nueva afición, ya sea con goles o proveyendo a los demás de ellos. A fin de cuentas, bajo su brazo tiene los títulos del Apertura 2023 y la Concachampions 2024.