Viernes 15 de noviembre de 2019

Una década que se pasó volando. El 15 de noviembre quedó marcada en la historia del futbol regio, desde Grecia llegó la noticia del fallecimiento de Antonio de Nigris, el delantero de Rayados que sus hinchas no han olvidado.

El Tano, como era conocido, falleció a consecuencia de un infarto al corazón. En ese momento De Nigris estaba en Grecia y tenía 31 años de edad.

Antonio debutó con el Monterrey en Primera División el 30 de julio del 2000 en un partido contra Cruz Azul. Su paso por el club fue corto porque estuvo hasta el final del 2002, pero en ese tiempo se consolidó como el delantero goleador a seguir y uno de los más queridos por los aficionados.

Logró tener un sello de identificación con el público como cuando se metió a cantar con los hinchas a la tribuna del Estadio Tecnológico un día que estaba suspendido.

Su estilo lo empujó a ser contratado por el América para el 2003, pasando después por el Villarreal y Polideportivo Ejido de España, el Once Caldas de Colombia, un regreso de un año a México con Puebla y Pumas y después comenzar una nueva travesía por el mundo por jugar en China, Brasil, Turquía y terminar en el Larisa de Grecia.

El hermano de Alfonso y Aldo disputó 16 partidos y anotó cuatro goles con la Selección Mexicana, incluyendo la Copa Confederaciones y Copa América de 2001 y la Copa Oro de 2002, entre otras competencias.

La gente que lo conoció lo recuerda sonriendo. Cerca de 15 mil personas en el Tec estuvieron en su misa una semana después de su fallecimiento para aplaudirle y apoyar a Aldo, que siempre recordó su coraje para ponerle el pecho a las balas con actitud y, según cuentan, con un increíble lado humano.

El último adiós del Tano fue hace 10 años, pero su legado para el futbol de Nuevo León aún se siente entre su gente.

Fotografía: Mexsport