Sábado 11 de enero de 2020

Ni temeroso, ni nervioso. El silencio no fue opción en Juninho en su debut como director técnico al dirigir su primer partido con los Tigres de la categoría Sub 20, donde se le vio de 1000 formas, menos callado.

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Su equipo, al que defendió en categoría mayor por ocho años y en donde se convirtió en leyenda, se vio mejor por momentos que el Atlético de San Luis, contra el que empató 1-1 desde La Cueva de Zuazua, donde pasó miles de tardes entrenando con balón.

Desde su retiro, en diciembre de 2018, su misión fue la de integrarse al cuerpo técnico de Ricardo Ferretti en el equipo mayor, pero la directiva le dio la confianza para ser el generador de talento.

Anselmo Vendrechovski, de 37 años, no pasó la mañana solo porque en la cancha alineó a su hijo Patrick Ogama como titular. El delantero no le pudo dedicar un gol como quiso, pero Junior tomó su esfuerzo de la mejor forma presionándolo y aplaudiéndole a la distancia desde la banca.

Una polémica jugada que pareció penal y no se marcó hizo que el brasileño rompiera su gesto de cruzar los brazos durante todo el partido. Vivió el futbol diferente por primera vez, lejos del protagonismo de la Primera División y enfocado en descifrar cómo superar al rival, por lo cual se le vio dinámico, activo, enérgico y gritón.

Jesús Garza le dio la primera alegría con el 1-0 parcial al minuto 17 y desde su lugar lo celebró con mesura, como también reaccionó con el empate de Eliud Sáenz al minuto 31.

Una pizarra en sus manos fue suficiente para enseñar a sus chavos la forma en que quiso jugar, pero no pudo mantener la ventaja por la dificultad de sus delanteros de romper líneas. Como sea su satisfacción no fue la del primer punto del Clausura 2020, sino que se le vio disfrutando a su manera, a sus gritos, a sus llamadas de atención y a sus aplausos esta nueva etapa de su vida.

No fue en el Uni con tribuna llena, pero para Juninho fue lo de menos porque sintió una adrenalina que lo hizo revivir aquella época en la que vistió de amarillo y azul, colores con los que ganó cuatro títulos de Liga, uno de Copa, una Campeones Cup y tres Campeón de Campeones.

Siendo leyenda como jugador, pero novato como entrenador, el sábado marcó un antes y un después en su carrera profesional dedicado a formar jugadores que permitan en algún futuro ser considerados como la gente lo tomó a él pese a no ser canterano, confiado en aspirar más allá de un campeonato, sino de la virtud de ayudar a su equipo sembrando disciplina desde sus raíces.

Fotografía: Adrián Maldonado