Sábado 18 de enero de 2020

Por primera vez desde que dirige a Rayados, Antonio Mohamed no colgó el famoso rosario en su asiento en el banquillo porque ya fue campeón y con ello le cumplió la promesa a su hijo, Farid.

El fallecimiento de su familiar en el 2006, a consecuencia de un accidente automovilístico, le generó una deuda que apenas el 29 de diciembre pasado terminó, pues usaba dicha pieza en los partidos para ser acompañado espiritualmente, pero también como una cábala de la suerte.

Al pequeño Farid se le veía en el Estadio Tecnológico colgado de la mano del Turco, cuando éste era jugador y se le identificó con la botarga de una panificadora, que patrocinaba al club, porque así era como salía a la cancha.

Tony le prometió que iba a cumplir con hacer campeón a Rayados, razón por la cual al obtener la corona en penales ante el América rompió en llanto desde su lugar para desahogarse y dedicar el triunfo al cielo.

Por esto fue que Mohamed ya no llevó el rosario al Estadio BBVA en la Jornada 2 del Clausura 2020 contra Morelia, lo que llamó la atención de los periodistas. Cumplió el objetivo y, con motivo de la cábala, las energías ya no se repetirán por haber cumplido su deuda.

Fotografía: Mexsport