

Futbol champagne
El Chato Rodríguez asegura que se puede ser campeón jugando buen futbol, aunque hoy “pocos técnicos se preocupan por eso”.
Por Juan Carlos Monroy | FOTO:
Futbol champagne
El Chato Rodríguez asegura que se puede ser campeón jugando buen futbol, aunque hoy “pocos técnicos se preocupan por eso”.
Por Juan Carlos Monroy | FOTO:
Lunes 20 de abril de 2020
Un hijo del histórico Atlas de La Volpe que maravilló a finales del Siglo pasado es Juan Pablo Rodríguez. Un mediocampista de fina pegada que alcanzó la gloria en Santos al ganar dos Ligas y una Copa, pero para el Chato ¿qué importa más? ¿Ser ofensivo y alegre o los títulos? Le queda claro que son pocos los que le tiran a conjugar el jugar bien y ser campeones: la mezcla perfecta del futbol.
El Chato, todo un referente tanto de Santos como de Atlas, compartió con ONCE su visión ante el tema y se dijo consciente de la magnitud que tiene un trofeo para el aficionado.
“Cada técnico tiene su sello, su estrategia y realmente hay muy pocos que se preocupan por el buen futbol y, a la vez, sacar un buen resultado. Pero todo se vale. Recientemente lo vimos en Europa con el Atlético de Madrid del Cholo Simeone: es un futbol no tan llamativo, pero es ganador y consigue cosas importantes. La afición con lo que se queda muchas veces es con un campeonato”.
Al Chato le tocó vivir algo parecido. El Atlas de 1999 enamoró a chicos y grandes con su verticalidad, desenvolvimiento, descaro y alegría por entregar un funcionamiento óptimo. Llegaron a la Final vs Toluca y por más bonito que jugaron, no conquistaron el título.
¿Ese Atlas fue campeón sin corona en el 99?
“Lo considero así porque se habló mucho de ese Atlas, y porque nos siguen reconociendo ese buen futbol, a pesar de más de 20 años. Nos siguen reconociendo por la manera en cómo jugaba ese equipo. Sí, no fuimos un campeón, porque no ganamos un trofeo, pero sí fuimos un equipo que dejó huella por ese futbol que se desplegaba”.
¿Cuál fue la clave para ese futbol que dejó huella?
“Éramos un equipo que venía trabajando desde Fuerzas Básicas. Fue un grupo muy bueno que empezó desde la piloto, luego Tercera División, Segunda y en Primera. En este proceso debutamos como 15-16 jugadores. Ya nos conocíamos de sobra y tuvimos la fortuna de tener un técnico como Ricardo (Antonio La Volpe), que es perfeccionista y exigente. Nos hizo jugar un buen futbol. Atribuyo la clave a esos dos factores: el tiempo que teníamos de conocernos y el DT”.
Fue en Santos donde Juan Pablo encontró primero la misión de evitar el descenso, para luego pasar a poner a los Guerreros en una órbita protagonista. Basta con mirar los resultados: 343 partidos oficiales, dos campeonatos de Liga (2008 y 2012), una Copa MX (2014) y el cariño de la hinchada lagunera.
“Todo empezó como un reto, porque llegamos cuando estaba el tema porcentual. Fue muy complicado. La encomienda era salvar al equipo y después de conseguirlo se vinieron cosas muy buenas: campeonatos, Finales y sobre todo fuimos partícipes de la construcción del TSM, un gran estadio, sino es que uno de los mejores de toda Latinoamérica”.
¿Cambiarías uno de tus títulos con Santos por haberlo vivido con Atlas?
“No, porque en Santos los disfruté y la gente también estaba necesitada de un título. De que me hubiera gustado en su momento ser campeón con Atlas, sí, cuando nos quedamos tan cerca como en el 99. Hubiera sido un título mucho más valorado, porque después de tantos años sin quedar campeón esa institución y con el cariño que le tengo, la oportunidad que me dio de empezar una carrera, claro que me hubiera encantado. Todo es consecuencia de merecerlo, porque para ser campeón no es que llegues por casualidad, es trabajo de todo un torneo para conseguir grandes cosas”.
¿Santos será de los grandes algún día?
“Va en el proceso, sin duda. El equipo ha ido ganando aficionados fuera de La Comarca con su buen futbol, porque es protagonista, ha estado casi siempre en las Liguillas haciendo cosas importantes. Hay que destacar que hay equipos como Toluca que tiene 10 títulos y no ha conseguido esa empatía para generar más afición fuera del Estado de México. Santos va por buen camino, pero le falta para ser sumado a los grandes del futbol mexicano”.
Hablando de Toluca, perdiste dos Finales contra ellos…
“Sí, tienen algo en particular. Ambas me tocó perderlas en penales (con Atlas en el Verano 99 y Santos en el Bicentenario 2010). Me tocó ganar una en Chivas (2006), donde afortunadamente no llegamos a penales, sino sabe Dios qué hubiera pasado. La que me mencionas sin duda es una Final que siempre va a estar en mi mente por cómo se perdió. Teníamos toda la oportunidad de haber conseguido ese título y desafortunadamente no tuvimos la puntería para meter los dos penales que teníamos de ventaja. A la postre perdimos un título que hubiera venido bien a la institución y a nosotros en lo individual”.
LA VOLPE, SU MAESTRO
Retomando la actualidad ¿Qué te ha parecido Guillermo Almada al frente del equipo?
“Sí me gusta, porque sin duda este equipo está caracterizado por ser guerrero. En cualquier cancha lucha, pelea, corre, mete todo los 90 minutos, y es un técnico que tiene eso. Pide máxima exigencia y eso es ideal para la institución”.
¿Te ves algún día como DT en Primera División?
“Ya tengo mi título. Sigo preparándome y sigo mi camino como muchos otros y esperemos algún día tener la oportunidad para hace una buena carrera en otra etapa”.
Con el sueño de comandar el barco lagunero o atlista ¿cierto?
“Sí, claro, me encantaría. En los sueños vagos que pueda tener uno, está quedar campeón con una de esas dos instituciones”.
¿A quién le aprendiste más?
“La Volpe. Creo que nos agarró en una camada muy joven que venía trabajando desde Fuerzas Básicas hasta el primer equipo y él fue el quien nos pulió. Nos enseñó conceptos muy importantes para así hacer una larga carrera. Fue el que más me marcó”.
Chato ya tiene su título de DT, incluso fue auxiliar de Chava Reyes cuando dirigió a Santos, además trabajó en Fuerzas Básicas.
Hoy en México ya nadie le pega bien de tiro libre ¿A qué se debe?
“Al atrevimiento. Si nos ponemos a analizar el futbol europeo, lo que les sobra es eso. Durante un partido podrían llegar 100 veces y de esas, caen una o dos. Va más por el atrevimiento. El jugador mexicano tiene buen golpeo, pero desgraciadamente carece de ese atrevimiento o de confianza, para pegarle fuera del área”.
Finalmente, para ti ¿cómo debe acabar el Clausura?
“Que se juegue el torneo. Hay que buscar la manera que sea lo más justo para todos, por las intenciones de los equipos y las grandes aspiraciones con la que empiezan el torneo” .
Fotografía: ONCE