Martes 19 de mayo de 2020

La historia del Zacatepec en sus inicios en Primera División, es uno de esos encantadores relatos de un "equipo David" venciendo a los Goliat.

Así como probaron las mieles de los campeonatos, los Cañeros, como equipo con presupuesto limitado y obligado a vender jugadores para sostenerse, también tuvo que pagar factura con cinco descensos.

De hecho, el equipo morelense es el club que más veces ha perdido la máxima categoría en el futbol mexicano, aunque recién fue empatado por el Veracruz. Se trata de la historia de un club al que también se le conoció como El Equipo Elevador, por su historia de “sube y baja”.

Justo este martes 19 de mayo, el Zaca cumple 35 años de su último descenso; un adiós con derrota en su campo ante el Necaxa, que desató una batalla campal de las que más se recuerdan.

¿Cómo pudo un equipo chico, con sede en un pueblo tan pequeño, llegar a ser multicampeón en el futbol mexicano?

El municipio de Zacatepec, Morelos y su equipo casi fueron fundados al mismo tiempo. La población bajo el nombre de Zacatepec se constituyó en el 1938, derivado de la construcción del Ingenio Azucarero Emiliano Zapata.

Como prestación para sus trabajadores, las autoridades del Ingenio crearon el equipo de futbol, el club apareció en la década de los 40’s.

El equipo Albiverde ganó en varios torneos de ligas locales, un par campeonatos estatales y otro nacional. Luego el Zaca fue inscrito en un torneo de reservas profesionales, competencia en la que no le fue mal. Bajo ese impulso y con la dirección técnica del legendario Ignacio Trelles, fallecido en abril de este año, los Cañeros ingresaron a la Segunda División profesional, circuito del que fue de los equipos fundadores.

En Segunda, ya bajó el mando técnico de Ignacio Trelles, los morelenses lograron el campeonato en su primer torneo: el 1950-51. Zacatepec se convirtió en el primer equipo en ascender a Primera División.

LOS TÍTULOS EN PRIMERA

En su debut en la máxima división, los Cañeros golearon 8-0 al Veracruz y terminaron la competencia en el noveno sitio. En su segundo torneo en la máxima división, en la temporada 1952-53, los morelenses lograron el subcampeonato.

“Cuando ascendimos, los futbolistas y aficionados que venían con los equipo rivales se sorprendían de ver nuestras instalaciones. Decían que era un pueblo muy chiquito y que el estadio era de juguete para ser de un equipo de Primera División”, citó Trelles en el libro conmemorativo a su centenario de vida.

Tan pronto “tomó confianza” en Primera, el Zaca logró los títulos de Liga en 1954-55 y 1957-58; de Copa en 1956-57, 1958-59; y Campeón de Campeones en 1957-58.

Además tuvo un par de subcampeonatos de Copa y tres subtítulos de Campeón de Campeones.

LA FÓRMULA DE DON NACHO

Para que el equipo Zacatepec fuera ganador en su primera década, se combinaron algunos factores: el arribo del histórico Trelles, buenos jugadores nativos de la zona, que se decía, “jugaban por nota”; además de la integración de elementos de renombre.

“Ni siquiera planeábamos los partidos, teníamos un equipo muy hecho que jugaba por nota y ya cada quien sabía lo que tenía qué hacer; eso sí, aprovechamos a nuestro mejor jugador que era el calor”, afirmó Don Nacho.

Entre las figuras que llegaron a los Cañeros estaban: El Charro Lara, el primer naturalizado en jugar con el Tri, tres veces campeón de goleo; José Antonio Roca y Raúl Cárdenas, ambos fueron técnicos de la Selección Mexicana; así como Panchito Hernández, histórico directivo del América. Entre los nativos destacaba Agustín Díaz, el Coruco, jugador que murió de leucemia en 1961 y en su memoria el estadio de los Cañeros lleva su nombre.

“Lo primero que hicimos fue convencer a grandes jugadores, algunos estrellas en sus equipos, para que vinieran a jugar a un lugar donde se jugaba a 40 grados, donde la principal diversión era tomar el fresco acostado en una hamaca… Muchos no sabían ni dónde estaba Zacatepec”, asentó don Nacho en su libro biográfico.

Jugar en Zacatepec era un infierno: partidos con 40 grados de temperatura, mucha humedad y un césped muy crecido regado antes del encuentro con el fin de generar todavía más calor.

EQUIPO ELEVADOR

Pero ese gran grupo de jugadores empezó a hacerse viejo. Algunos elementos se tuvieron que ir a otros equipos como una manera de ingresos para el club, que tenía un presupuesto limitado.

En la década de los 60’s y 70’s, el equipo descendió y ascendió en varias ocasiones, ningún equipo sufrió tanto como el Zaca. En la actualidad ninguna escuadra tiene la marca de cinco ascensos y cinco descensos.

Sin duda el momento más amargo en la historia del Zacatepec fue su último descenso, en 1985, hace 35 años.

Quizás esa partida de la Primera División pudo ser como cualquiera de sus anteriores, pero la manera en cómo terminó el partido y el transcurso de los años la han convertido en la más dolorosa.

En tiempos que se disputaba duelos decisivos por no descender, ante el Necaxa en la temporada 1984-85, el equipo Albiverde perdió el duelo de Ida en el Estadio Azteca por 2-1. Para la Vuelta en la Selva Cañera, los locales confiaban en el triunfo ya que en la fase regular en su campo habían ganado 3-0 a los entonces apodados Electricistas.

Pero los morelenses volvieron a perder, está vez 1-0 con penalti fallado del histórico Harapos Morales, quien pudo haber empatado el marcador global.

En los minutos finales se combinaron la impotencia y la desesperación en el Zacatepec. Faltaban cinco minutos para que terminara el partido, cuando una dura entrada de Fortino Rojas Oroa, del Zaca, sobre Francisco Macedo, desató una descomunal trifulca. Jugadores de banca y cancha, integrantes de los cuerpos técnicos participaron en una riña muy vergonzosa.

En la tribuna, a los aficionados también les hirvió la sangre y enfurecidos invadieron el campo, entonces el árbitro Antonio R. Márquez dio por terminado el partido. Lo que no tuvo fin fue la furia del “respetable”; los hinchas destruyeron las porterías y el marcador; hubo golpizas entre ellos mismos.

Sin saberlo, ese fue el triste fin de Zaca en Primera División. Desde entonces el equipo Cañero ha perdido tres Finales por el ascenso. Han sido varios los intentos, algunos con nombres modificados del equipo, pero el regreso del Zacatepec al máximo circuito se ha negado.

Para darse una idea delo que significa el Zacatepec para la comunidad morelense, es que el municipio apenas cuenta con poco más de 36,000 habitantes de acuerdo al censo del 2015. El aforo del reconstruido Estadio Agustín Coruco Díaz es para 24,000 espectadores.

Para el equipo de la Z ya no hubo más tiempos de gloria, ya no hubo más sube y baja.

“La historia quedó escrita, los hombres como nosotros nos vamos...”. Palabras de Juvenal Reyes Hurtado, jugador pionero del Zacatepec.

Fotografía: Mexsport