

Un Jefe inoxidable
A 32 años de su última función en Tigres, Tomás Boy sigue en la memoria de los fans felinos. Dos títulos de Liga, uno de Copa y mucho futbol… del bueno.
Por Javier Morales | FOTO:
Un Jefe inoxidable
A 32 años de su última función en Tigres, Tomás Boy sigue en la memoria de los fans felinos. Dos títulos de Liga, uno de Copa y mucho futbol… del bueno.
Por Javier Morales | FOTO:
Lunes 08 de junio de 2020
Crecieron juntos y ambos se hicieron grandes con las mismas batallas. Tigres y Tomás Boy, formaron un vínculo en aquel el inicio felino en Primera División que los tatuó por siempre. Un club protagonista junto a uno de los mediocampistas más finos en la historia del futbol mexicano.
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Este jueves 11 de junio se cumplirán 32 años del último partido de Boy con los auriazules, y es oportuno recordar a El Jefe, el cerebro que llevó a Tigres a la obtención de sus primeros títulos en el máximo circuito.
Referirse a Boy es hablar, para muchos, del jugador más talentoso en la historia de la escuadra universitaria, aún por encima de inmortales como Gerónimo Barbadillo, incluso, de figuras recientes como André-Pierre Gignac.
Boy era un superdotado para la práctica del futbol. Tenía todo en un mismo envase. Contaba con velocidad y dribling. Hay que recordar que cuando llegó a Tigres jugaba como volante-extremo por izquierda. Después fue colocado por el técnico Arpad Fékete en el mediocampo y ahí inició su camino a la inmortalidad.
Como mandón en el campo, Tomás deslumbró por su visión de juego, por sus trazos largos y precisos. Sus cobros a balón quieto eran tan exquisitos y muchos terminaron en goles. Todas esas cualidades fueron revestidas con la elegancia del Jefe para pegarle al balón.
SU ARRIBO A TIGRES
Llegó a Tigres como una apuesta más, incluso, con sobrenombres que no correspondieron a la jerarquía que logró: a Tomás le apodaban el Ciruelo y la Anguila.
En 1972 debutó en el profesionalismo jugando para el Atlético Español. Fue en un duelo contra el Pachuca, cuya portería era defendida por Mateo Bravo, compañero de glorias de Boy en Tigres.
Tras siete meses de una intranquila estancia en el Atlético Potosino, el entonces Ciruelo dejó a ese equipo por problemas con el técnico Luis Grill, quien se había convertido en el quinto estratega de los Cachorros en esa temporada 1974-75. Incluso, su integración al plantel felino fue gracias a una rebaja en el costo de su carta, hecha por los potosinos.
A los 23 años, Boy llegó a Tigres para la temporada 1975-76. Su debut fue en el tercer Clásico Regio, de carácter amistoso, en el que Tigres fue goleado 4-0.
En la temporada 1976-77, la faceta de Boy en Tigres dio un cambio tremendo y ahí empezó a marcar diferencia. En común acuerdo con el técnico de ese entonces, el húngaro Arpad Fékete, Boy dejó de ser extremo izquierdo para colocarse en el mediocampo de los felinos. Fue una temporada de sufrimientos, pues los Tigres tocaron fondo al salvarse del descenso.
PRIMEROS CAMPEONATOS
Un torneo antes de su cambio de posición, en la temporada 1975-76 del torneo de Copa, Boy fue uno de los elementos sobresalientes para la obtención de ese primer título de Tigres como club de Primera División.
Los goles del Jefe en Semifinales ante Pumas encaminaron a los auriazules a la Final, instancia en la que vencieron al América, con aquella memorable batalla en el juego de Vuelta celebrada en el Estadio Universitario. Ante su gente los felinos ganaron 2-0 para imponerse en el marcador global por 3-2.
Para las temporadas 1977-78 y 1981-82, (además de la 79-80 en la que lograron el subcampeonato), Tigres se había convertido en una sinfónica bajo la dirección del Jefe Boy. Así el equipo de la UANL vivió su primera época dorada con dos títulos.
GOLEADOR FELINO
Sin ser centrodelantero, Boy totalizó 104 anotaciones en partidos oficiales con Tigres. Durante poco más de 31 años esa cifra prevaleció como la mejor en el seno felino. Hasta hace casi un año fue rota por André-Pierre Gignac, quien en la actualidad suma 126 anotaciones.
También durante 11 años, Boy fue el mejor goleador de Tigres en Clásicos Regios. La última anotación del Jefe en Derbis cayó en la edición 33, el 7 de mayo de 1988 que, de hecho, fue su último gol en el futbol mexicano. Esa fue su sexta anotación en Clásicos y en la actualidad es la mejor cifra para un jugador mexicano.
El 18 de noviembre de 1999, Claudio Núñez llegó a 7 goles en los duelos ante Rayados, cantidad con la que superó a Boy. Con el transcurso de los duelos entre equipos regios, el chileno llegó a 8 anotaciones, las mismas sumó Walter Gaitán y las que suma Gignac.
MANDÓN EN EL TRI
Ya en el ocaso de su carrera, pero con más talento que cualquiera, el Jefe fue llamado por el técnico Bora Milutinovic para integrar el plantel de la Selección Mexicana que participó en el Mundial de 1986.
Por encima de la jerarquía de Hugo Sánchez, Boy fue designado capitán del Tri. La participación de México no tuvo un final feliz, el equipo azteca fue eliminado por Alemania en Cuartos de Final, justo en la casa del Jefe, en el Estadio Universitario.
La despedida de Tomás del Tri fue muy emotiva. Ocurrió en un duelo amistoso entre Tigres y el equipo verde. Boy jugó el primer tiempo con Tri y la segunda mitad con los felinos.
Para esa gran fecha, el 3 de marzo de 1987, Gerónimo Barbadillo, quien ya jugaba en Italia, volvió a pisar la cancha del Uni para participar en el homenaje de su compadre. El Tri se llevó el triunfo con marcador de 2-0, Boy puso el pase para la primera anotación.
MOMENTO DE PARTIR
La historia entre la institución felina y Boy terminó en 1988. El Jefe dio el paso definitivo a la inmortalidad el 11 de junio de ese año tras jugar 14 torneos con Tigres; aunque no participó en las competencias de Prode 85, ni México 86, debido a que estuvo concentrado con el Tri.
Aquel día, El Jefe y los universitarios enfrentaron a Pumas en la última jornada de la fase regular de la temporada 1987-88. En duelo disputado en el Uni, Tigres se impuso 2-1 con anotaciones del paraguayo Félix Torres, a sendos cobros de tiro de esquina de Tomás Boy.
Al medio tiempo de ese partido, ya como jugador histórico, Tomás dio una vuelta olímpica y recibió un reconocimiento entregado por su compadre Osvaldo Batocletti. Boy fue relevado y abandonó el partido antes de que éste concluyera. Luego viajó a Los Ángeles, California, su último destino como jugador fue el equipo de San José Earthquakes.
A diferencia de Barbadillo, el legado de Tomás con sus títulos, su calidad y su liderazgo no fueron suficientes motivos para que Tigres retirara la camiseta con el número 8.
Hace 32 años Boy se retiró de Tigres, pero no de la memoria de quienes lo disfrutaron.
Fotografía: Mexsport | FIFA.com | Twitter de @MXESTADIOS