Sábado 11 de septiembre de 2021

Tan diferentes y tan parecidos a la vez, Tigres y Rayados están cortados por la misma tijera en el torneo, transitan con problemas semejantes y el Clásico Regio podría ser la bocanada de aire fresco que necesitan. Con más dudas que certezas, dejaron la puerta abierta para un Derbi en el cual puede pasar cualquier cosa.

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La jornada previa al encontronazo que toda la ciudad espera cuando arranca un campeonato, terminó con un sabor amargo para ambos. Rayados se volvió del Jalisco con una derrota culposa -también polémica- y Tigres se salvó con el manotazo de ahogado de Luis Quiñones, al 93’, antes de que se hiciera la noche.

Javier Aguirre prefirió guardar futbolistas para la semana más importante, hasta el momento, del semestre y lo pagó caro. Con un arbitraje bochornoso y que tuvo incidencia en el resultado, cayó 2-1 contra Atlas y volvió a dejar en claro los problemas que tiene el equipo para manejar la ventaja.

Miguel Herrera puso lo que tenía a la mano, con André-Pierre Gignac en una pierna y los referentes volviendo de diferentes lesiones, hizo una ensalada que no supo para nada bien, pero terminó salvándose. León tuvo para matar, lo dejó con vida y Tigres se recuperó sobre el cierre. Eso sí, el empate no maquilló los problemas para ir hacia adelante y volver correctamente hacia atrás. 

Con el color de siempre, el Clásico se asoma nuevamente en el horizonte de la Sultana del Norte. Con problemas defensivos, ausencias por lesiones y un mar de dudas, Tigres y Rayados volverán a verse las caras, con las ganas de que ganarle al rival de toda la vida, sea una cucharada de salvación. 

Fotografía: Mexsport