Domingo 12 de septiembre de 2021

La expectativa era grande: por primera vez en el torneo, André-Pierre Gignac y Florian Thauvin jugaban juntos, y como titulares. La falta de ritmo se notó en el máximo goleador de Tigres y los encuentros entre dos, que se conocen demasiado, fueron escasos ante León.

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Lo hicieron en el Olympique de Marsella, también en la selección de Francia y, ahora, en Tigres. La amistad de Dedé con Florian se desarrolla dentro y fuera de la cancha. La presencia y todo lo que logró el delantero en el club, fue uno de los motivos principales por el cual el campeón del mundo decidió llegar a San Nicolás.

Ante León, y con Nicolás López entre algodones, Miguel Herrera decidió poner a los dos franceses desde el comienzo. La buena relación que existe entre ambos también se hizo notar en la cancha, pero fueron pocas las conexiones que se dieron mientras Thauvin estuvo en cancha.

Algún toque de primera, un intento de asistencia del zurdo para el 10, y no mucho más. Florian no tuvo un rol protagónico en el partido, como sí le había pasado contra Querétaro o Mazatlán, y todos los flashes se los llevó Luis Quiñones.

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Por su parte, Dedé evidenció la falta de futbol que generó la lesión que lo apartó durante un mes y medio de las canchas. Tuvo una sola ocasión clara, que echó por arriba del travesaño en su afán por volver al gol.

El Piojo apostó por esta relación que data de varios años, pero los resultados no fueron los esperados. Gignac y Thauvin jugaron su primer partido juntos -en Tigres- y se dio justo antes del Clásico Regio. ¿Repiten? La semana es larga.

Fotografía: Mexsport