Martes 08 de noviembre de 2022

Junto con la idea de juego que instauró en el plantel, diferente a lo que había venido presentando en anteriores torneos, Ángel Villacampa le dio al América Femenil el convencimiento de poder pelear con los grandes del campeonato.

A partir de ese fortalecimiento mental, el 4-1-3-2 que propone utilizó todo el talento que tiene a su disposición para echar de la Liguilla a Chivas, que careció siempre de tener el contacto con el balón deseado.

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La presión alta de las Águilas se comportó de forma eficiente, dificultando que rivales como Carolina Jaramillo, recibiendo al pie, o Alicia Cervantes, siendo lanzada al espacio, pudieran crear zonas de influencias vitales para que el equipo de Alfaro se atascara en campo contrario.

Además, logró reencontrarse con el futbol de elementos que no venían dejando mucho a lo largo del torneo, o bien, que se habían extraviado. La figura de la serie, Scarlett Camberos, es un ejemplo claro de ello, pues junto a su participación en Selección Nacional, ha sido un agitador natural por izquierda para el DT español.

Alison González reencontrándose con el gol y Katty Martínez ayudando en tareas diferentes a las que acostumbra, son claves para que las Águilas compitan por su segundo cetro.

Por último, el aprovechar momentos buenos de forma ha sido un acierto del ibérico, además de lo que han venido ofreciéndole elementos como Aurélie Kaci, Andrea Pereira o la propia Itzel González, ha venido en consecuencia de que América sea capaz de sostenerse en momentos apremiantes, al tener pilares en su columna vertebral. 

Fotografía: América Femenil