MÁS VIDAS QUE UN GATO

Lunes 21 de abril de 2025

Le costó, la sufrió, la peleó, pero Martín Demichelis sobrevivió cada una de las veces que estuvo en la cuerda floja en la dirección técnica de Rayados y llegó a la orilla del río llamado Liguilla.

¿Y ahora? Empieza otro torneo. Uno que 'ya sabe' cómo se juega, que supo llegar a la Final sin tener la necesidad de brillar y apoyado en sus individualidades.

Rayados cambió estos meses, Demichelis entendió que debía armar un equipo. Sin figuras, con muchos futbolistas más obreros que capataces, pero que entienden su rol.

Tampoco se convirtió en Jürgen Klopp de la noche a la mañana, pero convenció al plantel de que estaban todos juntos. El episodio de Sergio Canales fue un caso aislado, o eso demostraron los jugadores en el campo.

Encontró en Deossa el líder futbolístico que había perdido y que sabía que no tendría por varios partidos. El colombiano respondió con goles claves, que significaron puntos y clasificaron a Rayados en el séptimo lugar, con la ventaja del Play-In de local.

Lo dieron por echado después de Vancouver, también tras perder contra Xolos, ni hablar con la pelea con Canales, pero se aferró a su puesto y pidió una vida más.

Perdió el Clásico Regio, pero nadie cuestionó al DT. Le ganó al América, fue de visitante y planteó un partido raro a León, con decisiones inentendibles, pero que le resultaron.

Le pusieron en la mesa el nombre de Julen Lopetegui como su reemplazo para el Mundial de Clubes y salió jugando con inteligencia, enfrentando los 'rumores' y diciendo 'acá estoy yo'.

Puede gustar o no, pero el mes de Demichelis fue bueno. En resultados, en planteos, en la búsqueda de un equipo y en la etapa de encontrar soluciones. En el mata-mata poco importa jugar bien si no ganas.

X: @GiraudiMatias