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El problema de Rayados es profundo, va desde el ADN. No pasó solo con esta directiva, cuerpo técnico o plantel. Linda forma de festejar los 80 años.

Por Matías Giraudi | FOTO: ONCE

¡'FELIZ' ANIVERSARIO!

Domingo 11 de mayo de 2025

Hay cosas que el dinero no puede comprar, que no importa cuánto se busque o se invierta. Los títulos los ganan jugadores con hambre y los de Rayados hace rato que no lo tienen. 

Otro campeonato fallido, otro fracaso, otra falta de respeto a una afición que ya está acostumbrada. Otro entrenador que pasa sin pena ni gloria. Hace rato que los hinchas no sienten los golpes porque se la ven venir. 

Buscaron ídolos en futbolistas que no ganaron nada, pero se entiende que de algo hay que agarrarse. El hincha necesita aferrarse a una ilusión, confiar en alguien para atreverse a soñar. El problema es que hace años termina todo de la misma manera.

Todos aportaron su granito de arena a este presente de Rayados. Desde la directiva, cuerpo técnico y, sobre todo, los jugadores. No se salva ninguno en una institución elitista que se cree más de lo que es

Tato Noriega y Manuel Filizola cometieron el error de confiar en un entrenador que nunca le dió una identidad al equipo. Ni ganando se acababan los murmullos a su alrededor. 

Curiosamente, acertó los planteos en los dos partidos. Hizo los cambios que el desarrollo le pedía, pero su culpa fue todo lo que pasó en el medio a un plantel que nunca aprendió a defender y terminó noveno. 

Como Vucetich y Ortiz, Demichelis también se fue sin ganar nada. La Final del 2024 fue la única medalla que pudo colgarse, porque ni siquiera puede presumir de haberle dado un sello a sus dirigidos durante la temporada que estuvo al frente. 

Los jugadores se quedaron con un gran porcentaje de la eliminación. Errores infantiles, no aprovecharon el hecho de enfrentarse a 10 rivales durante 75 minutos y generaron una sola situación de gol, hasta al minuto 94. 

Tienen líderes que se volvieron la cara de la derrota. Que se creen capaces de cuestionar a un entrenador (Canales), pero desaparecen cuando la pelota quema

Fueron a buscar a Sergio Ramos, vendieron miles de camisetas, pero no jugó los partidos importantes. Ni uno de Play-In, tampoco los Cuartos. Ah, pero los goles a San Luis y Santos salieron en todos lados. 

Ya empezó el ciclo de siempre, ese que lleva años: corrieron al entrenador, empezarán a sonar nombres importantes y llega uno que nada tuvo que ver con el estilo de juego del anterior. Se van dos o tres jugadores, buscan un “bombazo” y la gente se ilusiona nuevamente. 

Rayados irá al Mundial de Clubes a posicionar su marca, a presumir que enfrentará al campeón de Champions (si el Inter la gana) y al River de Gallardo. Mientras tanto, la gente comprará nuevamente el abono y jugarán cada fin de semana con casi 50 mil personas. 

El problema es profundo, va desde el ADN. No pasó solo con esta directiva, cuerpo técnico o plantel. Linda forma de festejar los 80 años.

X: @GiraudiMatias

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