BUENOS AIRES (Corresponsal).- La Final de la Copa Libertadores se manchó. Y dicha mancha no fue peor, no fue tragedia, de casualidad. Porque, por ejemplo, una de las piedras que arrojaron los hinchas de River y pegó en el colectivo de Boca, dio justamente en el conductor, que por la ayuda de un dirigente no perdió el control del bus, lo que podría haber provocado una tragedia. De eso, de vida o muerte habló Pablo Pérez, capitán Xeneize y uno de los que más sufrió la agresión, ya que terminó con un ojo lastimado.

"¿Qué pasaba si ganábamos? ¿Quién me saca de ahí? Si la gente estaba loca antes de entrar, imaginate si ganamos y damos la vuelta en su cancha, me matan. Tengo tres hijas, mi señora, mi hija mayor me abrazó llorando cuando volví. No puedo ir a una cancha sabiendo que puedo morir", declaró Pérez al salir de la clínica, en donde fue a controlar el estado de su ojo izquierdo, que sufrió lastimaduras por las astillas de los vidrios que fueron estallando.

También contó que la agresión fue llegando al Monumental y cuando salió para hacerse ver en una clínica privada. "No fue muy lejos de la entrada al estadio. Luego, cuando del estadio, en la ambulancia, nos siguen tirando piedras en la ambulancia, no es algo mejor. Estoy muy triste por la gente de River, porque hay gente que no tienen nada que ver. Se están fumando todo esto, tristeza para la gente de Boca, de River, para el espectáculo. Si el ojo me lo sacan, no me lo paga nadie", agregó, dejando otra frase cruda y dolorosa.

Por otro lado, el mediocampista de Boca reveló que nunca sintió el apoyo de la Conmebol. "Yo te puedo decir que era una vergüenza, me llama el técnico para decirme 'venite que se juega igual', y yo con el ojo irritado. No lo conozco al médico de Conmebol porque no me vino a ver nunca. Fue al vestuario, firmó un papel y dijo que yo estaba en condiciones... ¡No veía nada! No vino, nunca fue solidario, debe tener orden para no venir a verme".

Ahora habrá que esperar. Boca presentó un expediente basándose en el Artículo 18 del Reglamento Disciplinario de la Conmebol, en el que se habla desde multas económicas hasta poner un resultado final del partido, como también de jugarlo en otro país. Este martes, Daniel Angelici, mandamás xeneize, y Rodolfo D'Onofrio, presidente de River, se reunirán en Asunción con Alejandro Domínguez, máximo dirigente de la Conmebol.

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Fotografía: AP