Como llegó, se fue. Con el mismo semblante y sin acaparar reflectores, serio y a la vez frontal es cómo Juninho se despidió de Tigres.

De no ser por el adiós de sus compañeros y cuerpo técnico, para el defensor brasileño habría vivido un día más en el Universitario. Arribó temprano, ingresó al vestuario, saltó a la cancha y se fue con tranquilidad por la puerta de atrás.

Para Junior no hubo mariachi, no lo despidieron los títulos que conquistó... el pidió una adiós discreto, incluso no contempla por ahora un partido de despedida, el con un video y un mensaje puso el punto final a su carrera.

Antes de partir, y por solicitud de los medios, entró a la sala de prensa, respondió con atención a los medios de comunicación, accedió a fotografías y se despidió de cada uno de los presentes en la conferencia.

Bañado en humildad, abrazado por títulos y con un legado en la institución es como Juninho vivió su último día como jugador, pero no el último como tigre, seguramente muy pronto volverá, al menos ese es el deseo de la directiva y el propio jugador.

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