Viernes 15 de noviembre de 2019

Sin prisa para dejar la terminal o para acompañar a su familia y cargando en la espalda el escudo del Monterrey, el equipo de su vida, Humberto Suazo regresó a la ciudad como ídolo.

Considerado uno de los mejores futbolistas que pasó por Rayados, el chileno regresó a la Sultana del Norte junto a su esposa e hijos para jugar el sábado un Clásico de Leyendas en el Estadio Borregos.

Tal y como en su época como jugador, fue muy solicitado por aficionados que lo esperaron para tomarse la foto del recuerdo desde el aeropuerto. Pese al largo viaje, porque dejó Chile la noche del jueves e hizo una escala en Houston. Se contagió del cariño de los aficionados desde que se bajó del avión.

"Siempre es un orgullo que estén pensando en mí para este tipo de partidos. Es un honor siempre venir a la ciudad. Intentar de aprovechar, ver a los amigos y disfrutar de la estadía acá en Monterrey", comentó.

Pasan los años y te siguen mostrando un aprecio...

"Independiente de lo que uno logró aquí o no, el cariño de la gente se hace sentir cada vez que vengo, entonces vengo muy contento. Es un honor que se acuerden de mí para este tipo de partidos", señaló.

Recibido por Missael Espinoza, promotor del amistoso que reunirá a figuras como Jesús Arellano y Walter Gaitán, el Chupete platicó y agradeció a cuantos pudo. Se fue de Rayados hace seis años, pero los recuerdos viven.

"No voy a hablar del plantel actual, la vez pasada dije lo mismo, vengo a disfrutar, a pasarlo bien y que el equipo le dé la alegría a la gente", agregó. Mantiene el récord de más goles en el equipo con 121.

Antes del partido (17:00), este viernes por la tarde (16:00) Suazo y el resto de los invitados entrenarán en los campos Escamilla, a un costado del estadio, para más que ponerse al tanto en lo físico, revivir las anécdotas del ayer.

Fotografía: Adrián Maldonado