Miércoles 11 de marzo de 2020

Dicen que lo bueno viene en frasco chico y en el New York City así lo creen. Su bandera, líder, jugador franquicia y figura del equipo es el argentino Maximiliano Morález, con pasado en Racing, Atalanta de Italia y León.

Frasquito, como le dicen al media punta, es una especie de enganche de muy baja estatura. Se destacó por no ser un jugador con una talla normal, pero que siempre sobresalió en cada equipo que estuvo. En Argentina fue campeón con Vélez Sarsfield, en 2009 y 2011.

Fue campeón en el Mundial Sub 20 de Canadá con Argentina. En esa copa brilló junto a Sergio Kun Agüero y Mauro Zárate. Morález tuvo también una buena participación y fue elegido como bota de bronce en el torneo.

Con Racing peleó el descenso y convirtió el gol que salvó al equipo de Avellaneda de perder la categoría en 2008. Lo compró Vélez y brilló jugando para los de Ricardo Gareca. Fue campeón dos veces en los dos años que estuvo, rendimiento que lo llevó al viejo continente, precisamente al Atalanta de Italia.

En la institución italiana estuvo cuatro años, donde siempre peleó por escapar del descenso. No llegó a disfrutar del presente del equipo de Bérgamo, que disputa torneos internacionales, porque fue vendido al León.

En La Fiera estuvo en 2016. En el primer campeonato, perdió en Semifinales ante Pachuca. Fue el torneo que los Tuzos derrotaron a Rayados en la Final. En el Apertura, León cayó en la misma instancia, pero ante Tigres, que terminó siendo el campeón.

Se marchó a Estados Unidos, para ser parte del New York City. Se convirtió en una pieza clave, donde compartió equipo con David Villa, quien era en ese momento el jugador franquicia. Con la salida del Guaje, quedó como el hombre más importante de la institución.

En el torneo del 2019 fue campeón de asistencias, con 20 durante todo el año. Tiene al brasileño Héber como dupla y son el peligro a tener en cuenta para la defensa de Tigres.

Fotografía: Mexsport